Mollina - Malaga

El enfado supone una negación de la realidad, que no nos gusta y nos hiere. Nos duele como un golpe y reaccionamos con rabia y con agresividad -si podemos, hacia fuera, y si no podemos exteriorizarla, hacia dentro. En cualquier caso, siempre que nos enfadamos algo se altera dentro y reaccionamos atacando en una actitud de defensa. El problema es que esa supuesta defensa, contra quien primero arremete es contra nosotros mismos, ya que se trata de una emoción con incidencia directa en nuestro estado físico y mental. Como el odio, el enfado es "como una piedra ardiendo que a quien primero quema es a quien la lanza".

En repetidas ocasiones he dicho o he recomendado que para trabajar en todos loa ámbitos de esta vida es necesario tener actitud positiva, trabajar en buena sintonía y rodearnos de personas con buena onda.....


El enfado permanente es dañino para la persona que lo mantiene y será causa directa para esa negación de la realidad.
La oposición de Mollina debe asumir que nuestro pueblo tiene ahora un rumbo muy bien definido y que sus pilares cada día son mas fuertes por lo que mantener ese enfado es negativo para ellos y para todos, es hora ya de que cambien de posición y se dediquen a trabajar con actitud constructiva.....creo que nos irá mucho mejor a todos.

Saludos

"Controlar el enfado no es lo mismo que reprimirlo. Esto último lo hacemos cuando ya domina nuestra mente, aunque no lo reconozcamos. Pretendemos no estar enfadados y controlamos nuestras acciones, pero no el odio propiamente dicho".