Mollina - Malaga

PILAR SANTOS 21/07/2012
Esta noticia pertenece a la edición en papel de Diario Córdoba.

España lleva varias semanas viviendo jornadas históricas y ayer volvió a ser una de ellas.

El Gobierno firmó la hipoteca de 100.000 millones que ha contraído con los socios europeos para rescatar a los bancos, la Comunidad Valenciana solicitó ayuda al Estado para no quebrar, la prima de riesgo (que mide el miedo de los inversores a la insolvencia de un país) cerró en el récord de los 610 puntos y la bolsa registró la mayor caída anual (5,82%). El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, además, presentó el cuadro macroeconómico para los próximos años y corrigió las previsiones que publicó hace solo dos meses: la recesión se prolongará hasta el 2013 y el paro batirá este año otro récord (24,6%).

El Gobierno está en alerta máxima.

A la presión de los mercados se ha sumado esta semana la presión de la calle por los nuevos recortes. En solo en siete meses en la Moncloa, Mariano Rajoy sufre su primera pinza. El Ejecutivo dice "entender" el malestar ciudadano e insiste en que no hay otro camino para salir de la crisis, pero se muestra desconcertado con el comportamiento de los indicadores económicos.



"INCERTIDUMBRE" Tras la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se escudó en unas palabras del ministro de finanzas alemán, Wolfang Schaubel --que había achacado los problemas españoles a la "incertidumbre" en la zona euro-- y repitió sus declaraciones hasta la saciedad.

Sáenz de Santamaría evitó evidenciar la impotencia que se ha instalado en el Ejecutivo por los escasos efectos de sus medidas y el malestar del Gobierno ante la pasividad de un BCE que lleva 18 semanas sin adquirir deuda de los países de la zona euro.

Más claro fue el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que dejó de lado las maneras de diplomático y reclamó un BCE "mucho más fuerte que el banco clandestino" que hay en estos momentos. "No está haciendo nada para parar el incendio de la deuda pública", se quejó antes de pedir una mayor integración política de la Unión Europea y más solidaridad a los socios.

El Ejecutivo de Rajoy contó con el apoyo del PSOE en estos ruegos al BCE. El líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, convocó por la tarde una reunión de su equipo económico y el portavoz de este área, el exministro Valeriano Gómez, recomendó al Gobierno que haga una petición firme a esta institución con sede en Berlín para que compre deuda tanto de España como de Italia.

Sin embargo, esa solicitud ya se hizo a través de Bruselas a principios de junio, tres días antes de que España pidiera el rescate de los bancos. Rajoy envió una carta al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y al del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, asegurando que la situación era "insostenible" y "podría llevar el euro al límite". Como solución, el jefe del Ejecutivo reclamó sin éxito que el Banco Central Europeo actuara. "La única institución que tiene hoy la capacidad para asegurar estas condiciones de estabilidad y liquidez que necesitamos es el Banco Central Europeo", escribió el jefe del Ejecutivo. Estas palabras son aún más apocalípticas si se recuerda que el día de esa carta (6 de junio) la prima de riesgo cerró por debajo de los 500 puntos, 100 menos que ayer.



APOYO DE FRANCIA Las peticiones al BCE, que hace gala de una sacrosanta independencia, también llegaron, una vez más, desde el Gobierno francés. El ministro de Exteriores, Laurent Fabius, de visita en Madrid, pidió a la institución que intervenga y ayude a países que están haciendo "esfuerzos considerables" para sanear sus cuentas.

Frente a la sordera de la cancillera alemana, Angela Merkel, apóstol de la austeridad y contraria a la intervención del BCE, el Gobierno ha encontrado un aliado en el presidente francés, François Hollande, al que, según fuentes diplomáticas, está intentando convencer para que se sume a la reunión que Rajoy ha organizado el 2 de agosto en Madrid.

Sáenz de Santamaría informó de que el jefe del Ejecutivo español se reunirá ese día con el primer ministro italiano, el tecnócrata Mario Monti, para analizar las medidas puestas en marcha por los dos países para superar la crisis. La prima de riesgo italiana volvió ayer a superar los 500 puntos, un nivel que no alcanzaba desde diciembre.

Según fuentes gubernamentales, esta minicumbre también tendrá como objetivo presionar a los socios europeos para que se lleve a la práctica el acuerdo de la última reunión de los Veintisiete para lograr la unión bancaria y fiscal. Según el pacto que se alcanzó, el Consejo Europeo, la Comisión y el BCE deben presentar en octubre un informe con una hoja de ruta y un calendario. Ante la situación de emergencia y la habitual volatilidad que sacude los mercados en agosto, el Ejecutivo ha decidido acortar sus vacaciones y se reunirá tres veces el próximo mes (los días 3, 24 y 31).

El Gobierno cierra una semana en la que su mayoría absoluta le ha permitido aprobar el hachazo al Estado del bienestar sin tener que acordar ni un recorte con la oposición, a la que el Ejecutivo solo impele para pedirle una actitud "responsable".

Sáenz de Santamaría reclamó directamente al PSOE que coopere por "haber dejado la situación como está". Una herencia innegable, pero que, en ocasiones, no le sirve de excusa al PP, cuando la primera autonomía que acude al fondo de rescate del Estado es la Comunidad Valenciana, en la que los conservadores llevan gobernando desde hace un total de 17 años.