Aunque Trinidad Jiménez ya era un personaje con alguna relevancia en el PSOE, fue con la llegada de Zapatero a la secretaría general cuando Trini, como se la conoce en el propio partido, empezó a disfrutar de grandes oportunidades y un elevado grado de exposición pública.
Así, fue candidata a la alcaldía de Madrid en unas elecciones que perdió por goleada frente a Ruiz Gallardón, para tiempo después ser premiada con una secretaría de estado y, más tarde, ser ministra de Sanidad y cosechar una todavía más humillante derrota frente a Tomás Gómez en las primarias de la comunidad de Madrid. Llegaría entonces el premio gordo: sustituir a otro de los miembros de esta lista, Moratinos, en el Ministerio de Exteriores.
Trinidad Jiménez no ha abandonado la política y tras la debacle electoral sigue jugando un papel bastante activo en el PSOE: apoyó a Rubalcaba frente a Chacón y gracias a ello es secretaria de política social dentro del partido y además de diputada acumula diversas vocalías y cargos tanto en la mesa del Congreso como en varias comisiones.
