Es como confiarle el Queen Mary a Schettino por sus méritos. Por seguir con el espíritu crítico(?) y constructivo(?) que trata de implantar Mentidero & Cía., a su imagen y semejanza , recomiendo este artículo del Sur, siempre en sentido constructivo , ya que marca muchas de las claves de por qué el psoe no levanta ni levantará cabeza en mucho tiempo si sigue así, en la provincia y en España (lo de poner a caer de un burro a Heredia es mera anécdota): "LA BOINA DE HEREDIA" El voto urbano es el nuevo mantra del líder socialista de Málaga. Aunque hasta ahora Heredia ha proyectado un discurso más tipo Paco Martínez Soria en 'La ciudad no es para mí', enfatizando la semántica rural del partido y de sí mismo -como si llevara calada una boina invisible hasta el entrecejo- ese es ahora el mensaje que envía a sus compañeros para pedirles otros cuatro años al mando: recuperar el voto urbano. En fin, al menos una cosa es segura: solo puede tener éxito. Sencillamente porque parece impensable llevar al partido más bajo en el voto urbano de lo que él mismo lo ha llevado. Así que se presenta como la solución a sí mismo. Todo un reto. El balance de las elecciones municipales para el PSOE fue demoledor: el voto urbano del PSOE se ha desvanecido. La mayor localidad en la que el PSOE sacó mayoría absoluta fue Villanueva del Trabuco, con cinco mil habitantes. Toda una medalla para Heredia. Gobernar Cártama o Torrox en coalición es ahora la mayor dimensión urbana del PSOE. No mandan en ninguna cabecera de comarca. En el centro o el este de Málaga capital apenas pasaron del diez por ciento -más en niveles de grupo mixto que de alternativa para gobernar- y sólo en Churriana alcanzaron el treinta, una cota modesta que empieza a convertirse en el listón incluso en Antequera o Ronda. En la franja litoral, el área de mayor vertebración urbana, el paisaje es espeluznante: desde Estepona y Marbella a Nerja, están en el 25% del voto, la mitad que el PP. En Benalmádena, a pesar del voto fragmentado, no pasan de ahí. En Fuengirola la distancia se amplía a 65-20, y casi en Torremolinos. En Rincón, los socialistas no alcanzan el veinte por ciento y apenas frisan eso en Vélez. Ese es el balance de quien ahora se presenta para pilotar la reconquista del voto urbano. Es como confiarle el Queen Mary a Schettino por sus méritos. La imagen de Heredia como paladín del voto urbano no cuela. No es que él sea un trasunto del 'cateto a babor' acuñado por el cine español de los setenta para retratar la dialéctica ciudad-aldea, pero ha fomentado la ruralización del partido con un liderazgo desprovisto de connotaciones urbanas. Es de esa clase de dirigente que ni siquiera es capaz de reclamar el metro a la Junta. Parafraseando lo de Martínez Soria ha protagonizado su propia película: 'El voto de la ciudad no es para mí'. Desde luego parece una humorada presentarse como el hombre providencial para recuperar el electorado urbano. Haber cimentado su poder en las cortijadas del partido le inhabilita. Tal vez, tras tocar fondo, el reflujo pendular del electorado remontará algo, pero él no es un líder para el voto urbano. Y lo peor es que quienes le apoyan lo saben. |