Mollina - Malaga

El 26 de mayo de 2003, José Antonio Fernández Martínez, comandante del Ejercito de Tierra, le decía a su mujer minutos antes de embarcar con destino a España procedente de Afganistán: “Reza por mí que este avión es una mierda”. Su premonición se hizo realidad y, aunque estoy convencido de que su mujer rezó todo lo que supo y pudo, el avión que transportaba a su marido se estrelló en Turquía cerca del aeropuerto de Trebisonda con 75 personas a bordo. El pasaje lo formaban, además de José Antonio, 61 militares españoles más, que regresaban a nuestro país tras cuatro meses y medio de misión pacificadora en aquella alejada zona del mundo. Todos ellos fallecieron junto a 12 tripulantes ucranianos y un ciudadano de origen bielorruso.

Hoy, nueve años después, la Audiencia Nacional ha archivado definitivamente la causa abierta para investigar las supuestas irregularidades en la contratación del avión Yak-42.



La sección cuarta de la sala de lo penal de este tribunal ha confirmado el archivo de la causa dictado el pasado 2 de febrero por el juez Fernando Grande-Marlaska, al rechazar los recursos de la asociación de familiares de los fallecidos en el siniestro, al que se había adherido la Fiscalía.


¿ queda claro de parte de quien está La justicia de este País ?