Andalucia a la cola de espaÑa Tras este repaso concienzudo a algunos aspectos de la realidad social, económica y política de Andalucía en los últimos 30 años, hemos moldeado la hipótesis, esto es, desde 1979 hasta la fecha, el PSOE andaluz ha tejido un denso y pegajoso manto sobre los andaluces con el fin de perpetuarse en el poder y sin respeto cuidadoso por las reglas del juego democrático. A este fin, se han analizado la entrada de personal en las administraciones públicas, subvenciones, adjudicaciones, Cajas de Ahorros, medios de comunicación…¿Podríamos extender la hipótesis de la tela de araña al conjunto de la sociedad andaluza y defender que, en efecto, esta ha sido la causa de la ausencia de alternancia política en tres décadas. Ya en la IV parte, el presente capítulo trata de mostrar cómo en otros sectores como la sanidad, la educación, el flamenco o las ONG´s cabe la posibilidad de que el comportamiento socialista haya sido el mismo, si bien, demostrarlo exigiría una intensa labor de investigación. Recordemos brevemente nuestra hipótesis de partida. El resultado de los casi treinta años de gobiernos socialistas ha sido la edificación de un régimen político cuya característica principal es la dominación despótica de un solo y único partido mediante la ocupación de los órganos vitales de la sociedad andaluza. No disponemos, nunca dispondremos de todos los datos para establecer sin fisuras ni dudas lo que decimos. Pero si dispusiéramos de más y más datos empíricos y reales, lo que comprobaríamos sería la fecundidad de la hipótesis. ¿Ha ocurrido en la educación, en la sanidad y en las asociaciones ciudadanas lo mismo que en la Administración autonómica, los ayuntamientos, las cajas de ahorros, los medios de comunicación o en los empresarios y en los sindicatos? Las evidencias de que disponemos nos inclinan a pensar que, en efecto, lo ocurrido es obra de la voluntad política de controlar la sociedad antes que de hacerla libre, democrática y apta para defenderse del gobierno que ella misma eligió. No negamos, tampoco afirmamos porque no es nuestro cometido, que otros partidos, cuando han tenido oportunidad, hayan actuado de un modo similar.1 Pero en Andalucía el único partido que ha tenido posibilidades de edificar un régimen partidista a través de estos comportamientos ha sido y es el PSOE y por ello, el cambio necesario no es meramente un cambio de partido en unas elecciones democráticas. Se tratará, asimismo, de corregir los defectos que condujeron a la actual situación de monopolio del poder. Lo que sigue no pretende ser otra cosa que la exposición de unas pinceladas impresionistas que permiten la enunciación somera de la hipótesis de la tela de araña en cada uno de los sectores tratados, dejando abierta la vía para futuras investigaciones, extensas empíricamente, de cómo se ha producido en ellos la ocupación sistemática del PSOE. LA SANIDAD Cuando la Cámara de Cuentas de Andalucía encontró en 1989 65.000 millones de pesetas sin justificar en la sanidad andaluza, Felipe Alcaraz, portavoz de Izquierda Unida, tildó estas irregularidades de «ilegales, escandalosas y tercermundistas». Alcaraz se refirió a esos casi 65.000 millones de pesetas como «un agujero» en las cuentas de la Consejería de Salud, que incumplía la Ley de la Hacienda Pública. El Consejero Mayor de la Cámara era el socialista José Cabrera Bazán. Entre sus conclusiones, afirmaba que el descontrol sobre el personal existente en la Consejería de Salud y el SAS era no la excepción sino la norma. Incluso afirmaba que en el año 1989 «no existía una plantilla orgánica del SAS» e, incluso, que «los sistemas de registro e información disponible no garantizan el conocimiento exacto y pormenorizado del personal del SAS. Las irregularidades en el acceso de personal Esto es, es legítimo suponer que el procedimiento seguido en la sanidad andaluza respecto al personal es el mismo que se ha seguido en la Función Pública en general.2 Esto es, nombramiento a dedo, vía directa o vía libre designación, del mayor número de cargos posibles eludiendo las pruebas de acceso transparentes, basadas en el mérito y la capacidad y en igualdad de condiciones como marca la Constitución(incluso los cargos intermedios de los hospitales), nombramiento arbitrario de eventuales e interinos y finalmente pruebas ad hoc para dejar consolidados a quienes ya se había conseguido colocar dentro de la Administración sanitaria, dotándolos de una “mochila” de puntos y ventajas respecto a los que no tenían experiencia previa en la sanidad andaluza. El resultado final debía ser la máxima presencia de la izquierda, sobre todo socialista, en las instituciones sanitarias: militantes, afiliados, simpatizantes y familiares de todos ellos. De hecho, Alianza Popular, públicamente, denunció estos hechos en 1988. Uno de sus diputados solicitó formalmente al Parlamento andaluz que le fuesen remitidas todas las plantillas del Servicio Andaluz de Salud, por entender que en éstas se producían demasiadas “casualidades y coincidencias» de apellidos con altos cargos de dicho organismo y de multitud de casos de personal contratado, interinos o funcionarios que tenían vinculaciones familiares, de amistad personal, de afiliación al Partido Socialista e, incluso, al parecer, relaciones de otro tipo. Pero no se abrió ninguna investigación. En 1988, las tareas administrativas en los hospitales públicos se dividían en cuatro funciones profesionales, según categorías: Grupo de Técnicos Superiores (10 por ciento), Grupos de Gestión (15 por ciento), Grupo Administrativo (25 por ciento) y Grupo Auxiliar Administrativo (50 por ciento). En este comportamiento, también destacaban los comunistas del PCA, que fueron denunciados en tiempo de UCD...... Libre designación escandalosa e injustificada En los últimos años, hasta la Justicia, muda casi siempre, ha tomado cartas en el abuso, por ejemplo, de la libre designación.4 Desde 2007 a 2009, en sólo dos años, los puestos de libre designación se incrementaron un 17 por ciento en toda la Junta de Andalucía5. Uno de los varapalos judiciales más duros de los últimos tiempos se lo llevó la libre designación en la sanidad andaluza, que no es mayor ni menor que en otros ámbitos del régimen andaluz. En 2009, la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo confirmaba una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía de 2004 y anulaba una orden de la Consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía sobre provisión de cargos intermedios en centros asistenciales del Servicio Andaluz de Salud mediante el procedimiento de la libre designación. La resolución judicial recordó que la provisión de plazas en la Administración a través del sistema de libre designación "tiene carácter excepcional, incluso cuando se trata no de ingreso al servicio de la entidad pública, sino de provisión de puestos entre quienes ya ostentan la condición de funcionario". Pero la orden de la consejería no afectaba a "puestos de trabajo individualizados, sino a toda una categoría, la de los cargos intermedios". Según la Junta, la libre designación era el sistema que mejor cumplía “con el objetivo prioritario de regular un procedimiento adecuado, ágil y operativo que permita satisfacer las necesidades de gestión". Para el Supremo, afortunadamente, el cauce utilizado por la consejería para cubrir dichos puestos era inadecuado aun cuando se La Junta siempre interpretó que los mandos intermedios debían ser de libre designación para propiciar la ocupación...... |