Humilladero - Malaga

Las brujas son lo que son, brujas, lo llevan en su naturaleza y no pueden evitar lo que son en si mismas, suelen ser seres con apariencia dulce y de buenas personas, preocupadas por los mas desfavorecidos o los mas desprotegidos, pero cuando se reúnen en aquelarre sale a la luz la verdadera cara fea y horrible de su ser y donde solo había una carita de buena persona preocupada por los mas débiles sale la verdadera bruja que es, mala hasta la saciedad.

La naturaleza mala del ser de la bruja permanece latente hasta que sucede algo que las despierta de su estado latente y ante una situación de sufrimiento y de dolor de las personas, ellas se excitan, se agitan y gritan de placer en un orgasmo de disfrute del dolor, es como cuando los buitres se reúnen alrededor de un cadáver y comienza el baile y la fiesta mientras arrancan la carne a pedazos de la victima, pues ellas igual, acuden a su lugar de reunión y actúan en un baile de excitación alrededor del que sufre y disfrutan hasta conseguir el mayor de sus placeres, a mayor sufrimiento de la victima, mayor es su climax de placer.

Pues en estos estados de sufrimiento y dolor ajeno, es cuando las brujas alcanza su máxima plenitud de placer visceral y es cuando la ciudadanía puede vislumbrar y detectar mas fácilmente a estas brujas, porque ante tal excitación bajan un poco la guardia y vez que donde hay una carita linda y sensible, se encuentra una verdadera bruja malvada y malévola.

Asi que desconfiar muchas veces de esas voces dulces y delicadas que tanto tiende la mano, porque detrás de bellos rostros, cuando nos fijamos mejor solo hay verrugas y arrugas de odio de estos seres malvados, desconfiar que puede haber brujas hasta debajo de las piedras.

Con esto nos despedimos hasta Halloween de las brujas, pero puede que en otros capítulos desenmascaremos a otros seres de tiniebla

Pues yo conozco algunas, que ni bello rostro, ni dulce voz, se ven lo feas y malas que son a lo lejos, llevamos años sufriendo a algunas brujas de las malas, malas, por suerte cada vez le hacemos menos caso a estas brujas por mucho que se empeñen en querer llamar la atención.

Lo mejor dejarlas reírse en sus reuniones patéticas y seguir con nuestra vida, que la suya ya bastante patética es, de lo malas que son.

Vivir y dejar vivir....y las brujas que se empeñen en no dejarte vivir, dejarla chillar con sus escobas, es lo único que les queda.

Ni juntando todas las escobas de las brujas podemos limpiar tanta mielda como estamos viendo