Estación - Malaga

Mientras la mayoría de los malagueños celebran las fiestas propias del mes de agosto, Cártama acaba de perder otra importante pieza de su patrimonio. Se trata de la infraestructura que soportara en su día la noria de Rovira, en Venta Romero, junto al Puente de Hierro de la Estación de Cártama. En obras hidráulicas de estilo musulmán, posiblemente sean estos los últimos restos que conserva el Guadalhorce.
Esta noria fue capaz de elevar un caudal de agua suficiente para mover cuatro piedras de molino. Molino que ha mediados del siglo XVIII se encontraba ya abandonado, pero que por su cauz seguía corriendo el agua que suministraba la noria, para servicio de los labradores.
La pieza, que es prácticamente desconocida para la mayoría de los cartameños, sirvió de refugio a principios del siglo XX para el guarda de la acequia. Se encontraba oculta y protegida por la densa vegetación del soto del río; pero los últimos movimientos de tierra y desbroce de la zona la han dejado en lugar molesto, por lo que tememos su destrucción, ó, en el mejor de los casos, que se encuentre enterrada y soportando el paso de la maquinaria pesada.
Este tipo de sucesos ya no nos sorprenden para nada en Cártama; máxime con los precedentes que tenemos de la Ermita de Casapalma, que como se recordarán, con quinientos años de antigüedad, cayó derruida la noche del 23 al 24 de diciembre de 2001, dejando en el aire una pregunta aún sin responder: ¿Casualidad ó premeditación? Exactamente la misma pregunta que hoy nos hacemos respecto a la noria de Venta Romero.
Leandro Barvo.