LITERATURA DIDÁCTICA: «El árbol confundido» ANÓNIMO GIBRALFARO.uma.es – N.º 72 – Mayo-Julio 2011 – Pág. 11 LITERATURA DIDÁCTICA EL ÁRBOL CONFUNDIDO ANÓNIMO EN UN LUGAR y en un tiempo de los que no ha quedado constancia en parte alguna, había una vez un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín; todos estaban contentos. Bueno, todos, no… Había un árbol que, desde hacía ya un tiempo, se le veía profundamente triste. El pobre vivía sumido en un gravísimo problema: «No sabía quién era porque no daba ningún fruto». —Lo que te falta es concentración —le decía el manzano—. Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ves qué fácil es? —No lo escuches —le aconsejaba el rosal por su parte—. Es más sencillo tener rosas… ¿No ves qué bellas son? Y el árbol, desesperado, intentaba llevar a cabo todo lo que le sugerían, pero como no lograba que naciese al menos un fruto o una flor en alguna de sus ramas, se sentía cada vez más confuso y más frustrado. Un día, llegó hasta el jardín un búho, la más sabia de las aves, según dicen, y, al ver la desesperación del árbol, exclamó: —No te preocupes. Tu problema no es tan grave. Es el mismo de muchísimos seres sobre la Tierra. Yo te daré la solución. Haz esto: No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas; sé tú mismo, conócete bien, y, para lograrlo, escucha tu voz interior. Dicho esto, el búho desapareció con un rápido vuelo en la espesura del bosque. (Continúa en: https://ww.gibralfaro.uma.es/cuentosdid/pag_1736.htm) ___________________________________________________________________ |