CRÍTICA LITERARIA (2): "El Conde de Montecristo", por Enrique J. González CRÍTICA LITERARIA (2) EL CONDE DE MONTECRISTO Por Enrique Javier González Camacho EL PUNDONOR, TANTO temática como dramáticamente, fue muy atractivo para los dramaturgos españoles del Siglo de Oro. Lope de Vega, en su Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (Madrid, 1609), poema sutilmente irónico, leído ante una academia literaria, había recomendado el uso del honor como un poderoso estímulo para el público: Los casos de la honra son mejores, porque mueven con fuerça a toda gente. Pero fue Alejandro Dumas quien mejor materializó esta idea con su obra inmortal El conde de Montecristo. Para dar una idea clara de cómo consiguió convertir esta novela en paradigma de la venganza, es necesario retrotraerse al contexto en que escribió este autor. Dumas fue un autor prolífico, aunque, para atender a la creciente demanda del público, tuvo que recurrir a la ayuda notoria de ‘colaboradores’, entre los que destacó Auguste Maquet (1839-1851), quien intervino en la confección de varias de sus novelas, entre ellas Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo (1844). La discusión en torno a este tema ha concluido gracias la aparición de las notas en las que de manera autógrafa consta que fue él quien encontró las Memorias de D´Artagnan, obra de Gatien Courtilz de Sandras (editada por Emecé en 1961), base de su famosa novela. Así, mientras Auguste Maquet investigó el trasfondo histórico de la trama, fue Alejandro Dumas el encargado de darle forma a la novela. [...] __________ Si te interesa el tema, puedes continuar su lectura en esta dirección: www.gibralfaro.uma.es/criticalit/pag_1720.htm |