Al presidente de la Generalitat, Artur Mas Detalle: Estimado señor presidente A lo mejor, señor Mas no entiende que sus declaraciones, además de estar fuera de lugar, son una falacia Copiado de el periódico. La opinión de Málaga El presidente de la Generalitat, Artur Mas. Efe/Andreu Dalmau IGNACIO A. CASTILLO Nunca me ha servido aquello del mal de muchos, porque hasta el propio refrán lo dice: «Consuelo de tontos». Sin embargo soy de llorar con un solo ojo. Es cierto que hay gente peor que uno y que a veces nos quejamos de vicio por el simple hecho de que no sabemos valorar lo que tenemos hasta que lo perdemos. Vemos, en demasiadas ocasiones, la paja en el ojo ajeno y no advertimos la viga en el propio. Y valga este galimatías inicial de proverbios para introducir el tema y situarle, como presidente de la Generalitat, en el lugar que se merece por sus desafortunadas declaraciones de esta semana pasada en el Parlament durante su réplica a Albert Rivera (Ciutadans) en la segunda jornada del Debate de Política General. Señor Artur Mas, usted no tuvo otra cosa que decir que los niños de Sevilla, Málaga y Coruña «hablan castellano, pero a veces a algunos no se les entiende». Y se quedó tan ancho, haciendo además una mueca de superioridad como diciendo: «Qué ingenioso soy», cuando está claro que Dios no le ha dado la gracia de tener gracia. A lo mejor, señor Mas usted no entiende que sus declaraciones, además de estar fuera de lugar, son una absoluta falacia. A lo mejor no entiende que para ser presidente de la Generalitat es necesario algo más que hablar perfectamente catalán y tener flequillo. A lo mejor no entiende que Cataluña ha sido levantada y hoy es lo que es gracias a los andaluces que se vieron en la obligación de emigrar. A lo mejor, señor Mas, no entiende que en pleno siglo XXI defender unas fronteras y poner puertas al bosque en la aldea global es surrealista y utópico. A lo mejor no entiende que establecer barreras idiomáticas sólo conduce a la antipatía. Pero no diga, señor Mas, que no entiende a un niño de Málaga cuando obviamente el problema no está en el emisor, sino en el receptor. Señor Mas, es posible que usted se haya quedado en el estereotipo de la Juani de Médico de familia. Que no conozca que en Andalucía tenemos ya ADSL y hasta televisión, carreteras y automóviles. También usamos zapatos, porque nos han dicho que es más cómodo que ir descalzos. Y trabajamos aunque no se lo crea, cumpliendo escrupulosamente nuestros horarios, produciendo como el que más y disfrutando de la vida en nuestro tiempo libre, exprimiendo al máximo nuestro ocio, porque es una filosofía vital y a lo mejor es lo que le falta a usted para depurar tanta acritud. No diga ahora que no quiso ofender después de comprobar su gran metedura de pata. Señor Artur Mas, viaje, conozca, abra sus ojos y el corazón al mundo. Porque lo que hace es consolarse como los tontos teniendo que atacar a los demás de manera gratuita. Defienda lo suyo con educación y respeto, con la vehemencia de la que sea capaz, pero déjenos en paz. Porque además le voy a decir una cosa y se la voy a decir en perfecto malagueño: es un usted un majaron y un merdellón. Se lo traduzco para que lo entienda: no siga por ese camino de menosprecio y falta de gusto y rigor en sus palabras. Atentamente. |