Cuevas Bajas - Malaga

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, acosado por el caso de los despidos falsos, enfrentado con el aparato histórico de su partido tras la dimisión del ya ex consejero Luis Pizarro y todos sus colaboradores, achuchado por los suyos –que le reclamaban unas primarias andaluzas cuando estatutariamente no tocan– y perseguido por la sombra de una Rosa Aguilar a la que algunos sectores quieren colocar como próxima candidata socialista a la Junta, como adelantó en su día LA GACETA, está dispuesto a tirar del arma que le queda: adelantar las elecciones andaluzas al otoño para atajar, así, cualquier maniobra que le descabalgue como futuro candidato.