Un gobierno peligroso. Una mayoría creciente de españoles es cada vez más consciente de que tiene un gobierno débil, en el que no puede confiar y que más que timón es rémora para sacarnos del hoyo en el que él mismo ha sido bastante responsable de meternos con su contumaz ceguera, primero, y su ilusoria percepción, después, de haber salido cuando más nos hundíamos en éll. Es lo que piensa la sociedad española y es lo que dicen cuando se les pregunta. No pueden decirlo en las urnas porque ahora no toca. Y como el Gobierno también lo sabe lo que no desea bajo ningún concepto es que pueda. Algunos ciudadanos además, y me cuento cada vez mas claramente entre ellos, consideramos que además de débil este gobierno está alcanzando un grado de insensatez, salvo muy contadas excepciones, cada vez más palpable y notorio. Y debilidad e insensatez juntos lo están convirtiendo en un verdadero peligro para la propia Nación a la que debería amparar y gobernar. En un peligro para España. ¿Qué otra cosa puede decirse de lo que está sucediendo con Cataluña?. ¿Como que es posible que el Gobierno de una Nación conspire, porque esto es una conspiración contra la propia ciudadanía española y a sus espaldas para vulnerar su Constitución, para conculcar lo que el Tribunal Constitucional y en ese caso por 8 votos a 2 ha dictaminado como fehacientemente contrario a nuestra ley de leyes. ¿Cómo puede Zapatero estar cometiendo una tropelía semejante y como pueden los socialistas en su sano juicio tolerársela? Los poderes del Estado emanan de la soberanía poderes y esa soberanía reside en el conjunto del pueblo español y no puede, como pretende el separatismo y donde roza el tonto útil de Montilla, trocearse. Los poderes son el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Y lo que pretende el nacionalismo catalán por la vía de los hechos, y lo está consiguiendo, es que esos poderes sean soberanos en Cataluña y España no pueda ni rechistar ante su decisiones ni en el terreno ejecutivo, ni en el legislativo ni ahora, con la trampa que ha sido encargada a Caamaño, para burlar le Ley (¿cómo puede llegar a tamaña desfachatez un ministro de Justicia?) , en lo judicial. Para consumarlo, y quien lo consuma es Zapatero, no tendrá problemas en el Parlamento, a sus votos unirá los del nacionalismo catalán y vasco y los gallegos y Aralar y sunsum corda, que felices votarán ese nuevo paso hacia el desguace vía hechos consumados de nuestro Estado y de nuestro Estado de Derecho. ¿Pero como pueden votar eso los diputados socialistas españoles? La alucinante deriva del gobierno ZP está teniendo consecuencias graves en el terreno económico. Dejará secuelas que tardaran en sanar y cicatrizar. Pero esto es aún más grave. La insensata sumisión del Gobierno ante las exigencia nacionalistas, encabezadas por el PSC, pasado con armas y bagajes a esas filas y que busca en esta maniobra salvar algún mueble electoral, puede tener consecuencias irreversibles. El que no quiera verlo que cierre los ojos. Porque es una evidencia. Zapatero es rehén del nacionalismo y del PSC que es ya otro partido nacionalista catalán. Y ante ellos se arrodilla. Todo por un espurio interés. El del PSC y el suyo. Por dos agonías. La de Montilla, que toca irreversiblemente al óbito como fin y la suya propia que necesita esos votos para intentar prolongarla y que un milagro lo saque del coma político en que se encuentra. Pero por esos votos parece dispuesto a vender la primogenitura, está dispuesto a entregar lo que sea y en eso está incluido la unidad jurisdiccional de España que viene a ser ya de lo poco que está unido. Esta no es una cuestión de partidos, ni echarle la culpa al PP, que si quieren se la echamos toda, esta es una verdadera cuestión de Estado, de cimientos, de muros maestros. Esta es una cuestión donde se juega España. Zapatero tiene sus cuentas echadas y los votos que necesita. Pero ¿no va a haber nadie en el PSOE, en ese partido centenario que sea capaz de señalar lo que eso supone, lo que eso hace peligrar, lo que eso significa de traición, si de traición, contra los principios esenciales del socialismo, de la izquierda y del propio PSOE?. No va a haber un González, un Guerra o ahora un Barreda, un Vara, un Griñan, un Iglesias, un Bono que levante algo más que la voz, que de verdad se plante y le diga: ¿No puedes arrodillar a todo el socialismo ante el nacionalismo catalán. No puedes ni te vamos a dejar que lo hagas? No lo harán. Como mucho algún mohín y callarán. Callarán y cavarán callando su fosa propia. Eso también deben saberlo. Este un gobierno peligroso. Para España, que es lo dramático y preocupante . Pero también, que lo sepan, para el PSOE y para ellos mismos. |