Antequera - Malaga

Anillo: objeto con forma de circunferencia que suele ponerse en los dedos de las manos, habitualmente frágil y de pequeño tamaño. ¿A un escaléstric para trenes de alta velocidad se le puede llamar anillo?

Pretenden instalarlo en la Vega de Antequera, hábitat natural de una fauna y una flora que históricamente ha dado identidad cultural y sustento vital a una población que ha sabido sacarle su fruto sin agotar sus recursos. ¿Seremos la generación que pasará a la Historia por dilapidar ese ecosistema y esa forma de vida? Las personas afectadas han acudido hasta al Parlamento Europeo para que atiendan sus quejas. ¿Significa eso que en Bruselas nos escuchan más que en Antequera, que en Málaga, que en Sevilla o que en Madrid?

Hay quienes desean mantener la antigua costumbre de plantar pantanos, ahora vías de tren, donde se les antoja, sin consultar a la ciudadanía. Hay quienes han votado una cosa en un Ayuntamiento y la contraria en el de al lado. Hay quienes no movieron ni un dedo contra otro plan disparatado como el del Aeoropuerto de Antequera y ahora encabezan las movilizaciones. Hay estudios de eruditos universitarios, aún sin terminar, que ya aseguran que creará los mismos empleos, siete mil, prometidos por una candidata en las pasadas elecciones locales.

Y hay quienes con su oposición rotunda a este proyecto únicamente cumplen con un capítulo más en su trayectoria política y de compromiso social. Sin subirse al carro a última hora, sin ir de verdes según los terrenos afectados tengan una u otra propiedad, Izquierda Unida y los grupos ecologistas son un ejemplo de constancia y de coherencia, algo que no abunda.

Porque, como todo en esta vida, se trata de elegir entre los intereses o los principios. Y en esa batalla sólo la gente más libre se decide por los segundos.