Alhaurín de la Torre - Malaga

No salgo de la perplejidad que me producen las recientes noticias sobre la detención por el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, de un compañero de profesión por apología de la pedofilia en foros que promueven las relaciones consentidas entre adultos y menores.
Un inquietante escalofrío me invade tras haber compartido años de trabajo junto a un médico, de aparente vocación, amable, solícito y hasta buen compañero y ahora, al cabo del tiempo.....esto.
La misma sensación tendrán otros tantos colegas y los padres, aún cuando sus hijos no hayan llegado a ser víctimas sino tan solo pacientes, porque esta persona prestaba sus servicios en un conocido centro médico del pueblo y en un colegio malagueño de enseñanza primaria.

Cualquiera sabe hoy en día que en la red campean libres y descarados sujetos en busca de presas inocentes. Lo escuchamos casi a diario en las noticias, detenciones que van vienen, redes que caen, y creo no equivocarme si digo que estamos más que alertas con nuestros hijos, muchas veces rozando la paranoia.
Lo impactante ha sido para mí ponerle rostro de sujeto conocido a la noticia. Me pregunto qué nos sucede? en qué clase de letargo colectivo vivimos que nos hace incapaces de percibir lo que ciertamente sucede en nuestras propias narices?

Cuesta creer lo que se lee, a la vez que indigna y duele.

unaforma de acabar con esto,es dar los nombres de estos sujetos,que la gente de su alrededor lo sepan y poder estar alerta

Si por algo se ha destacado Internet es por la posibilidad que ofrece a todo el mundo de expresarse con gran libertad, de manera fácil, barata y cómoda, ya sea mediante la publicación de contenidos en páginas personales, fotografías o aportaciones en foros y lista de correo, entre otros.

Sin embargo, esta libertad y el anonimato que aporta muchas veces la Red, ha contribuido a que se lleven a cabo conductas tan poco lícitas y molestas como la emisión de mensajes injuriosos y calumniosos contra otras personas.

El Código Penal Español de 1995, en su artículo 205, define el delito de calumnia como:
“La imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad!.

Así mismo, el artículo 208 de la misma norma define injuria como:
La acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación.

El artículo 211 C.P establece que los delitos de calumnia y la injuria se reputarán hechas con publicidad cuando se propaguen por medio de la imprenta, la radiodifusión o por cualquier otro medio de eficacia semejante. Y es aquí donde entra en juego Internet, medio que posibilita la difusión de un contenido o información a muchos lugares distintos al mismo tiempo, permitiendo que la propagación de la calumnia o injuria sea infinitamente superior.

No salgo de la perplejidad al leer el mensaje de un supuesto medico cuya formación por lo que se plasma en el mismo, es a base de programas donde pululan a sus anchas personajillos de la talla de La Esteban, La Campa o Carmen de Mairena, alimentandose de carnaza y morbo que es lo que realmente la sociedad española con una falta total de valores es lo que quiere ver por la caja tonta, quizás para olvidarse de las propias miserias de uno.

Un inquietante escalofrio me recorre la piel cada vez que me acuerdo de aquel dia que vi llegar llorando a casa a mi hijo de tan solo 9 años, inmerso en un total desconsuelo cuando angustiado fue a ver a su queridisimo médico del colegio y vio que éste ya no estaba.

Hoy en dia puedo decir que ese maravilloso doctor y amigo mio, jamás ha puesto una mano encima a mi hijo, y a ninguno de los cientos de niños de ese colegio malagueño y pondria la mano en el fuego en decir QUE A NINGUN NIÑO.

Y esbozamos una sonrisa, cuando entre cervezas, compañeros de ese centro médico del pueblo nos cuentan como a pesar de haber pasado casi 1 año y medio desde que Don Sergio ya no está en plantilla, raro es el dia en el que un paciente, quizas con más capacidad crítica acerca de lo que lee y oye, pregunta por él y dice que era .... EL MEJOR!!!

Cariñoso con grandes y pequeños, servicial, atento, educado, resolutivo, humilde pero sobre todo dotado de una capacidad para ponerse en el lugar del paciente como muy muy pocos profesionales médicos son capaces de hacer.

Asi que, señor doctor, si tanto le abrumó la detención de Don Sergio en Julio del año pasado, y tantos años compartió con él como compañero, no crea todo lo que lee y oye, despierte de ese letargo colectivo en el que vive usted inmerso cual oveja que forma parte de un rebaño y hagase esta sola pregunta....

¿¿ Si es detenido según la prensa en Julio del año pasado como es que en ese momento no solamente no fue detenido sino que disfrutaba de una nueva vida maravillosa en un residencial de lujo y ejerciendo la medicina en el servicio de urgencias de un gran hospital ??

Todo mentiiiiiiiira señor doctor. Y cuando llegue el momento, mi amigo y ex-medico (lamentablemente) de mis hijos emprenderá tantas acciones judiciales, demandas y querellas sean necesarias por el daño irreparable a su persona y a su honor, iniciada tras la denuncia totalmente falsa y para más inri anonima de un sujeto que campea, libre y descarado por la red, en busca de una presa inocente como... Don Sergio, cuyo unico delito quizas movido por la curiosidad médica, es haber estado en sitio y lugar equivocados.

Sirva su caso para alertar a nuestros jovenes de los peligros de chats, foros y redes sociales.