Alameda - Malaga

CARTA A ZP de D.Francisco Muro, 30 de abril de 2010:




Mi madre tiene 96 estupendos años, vive de una pensión de tercera y de los pocos ahorros que hizo con enorme sacrificio. Ahora necesita una muchacha en casa y le paga más de lo que cobra ella.

Comprenderá usted que mire cada día las noticias del telediario esperando que las cosas mejoren. Tampoco es que pida mucho, pero como castellana vieja le gusta la verdad, la sinceridad y la honradez.

Es una mujer de bien y sin dobleces y tiende a creerse lo que escucha. Pero usted, presidente, le ha dicho ya diez veces que no había crisis, que España estaba fuerte, que habíamos pasado lo peor, que empezaba la recuperación, que ya habíamos salido del pozo* y resulta que una tras otra sus afirmaciones han resultado inciertas.

Fíjese que prudente es mi madre que no se atreve a decir que usted miente. Pero ha perdido la confianza. Esto va a peor.

Mi madre no sabe bien quiénes son esos de Standard&Poors ni qué significa perder una A en la calificación de la deuda, pero no es nada tonta, lee incansablemente, a pesar de que la van a operar pronto de cataratas, y tiene esa sabiduría que dan la edad y la experiencia y sabe lo que es ser "solvente".

Ella lo ha sido siempre, ha ahorrado a costa de lo que fuera -menos en la educación de sus hijos- y ha emprendido proyectos cuando sabía que tenía respaldo para hacerlo. Sabe que gastar continuadamente más de lo que se ingresa conduce a la tragedia.

Mi madre no entiende mucho eso del gasto suntuario, porque siempre gastó lo necesario, ni un duro o un euro más. Sabe bien lo que es apretarse el cinturón, reducir gastos, no gastar más de lo que se ingresa.

Le podría dar lecciones hasta decir basta. Piensa en los cuatro millones y medios de parados o en las colas crecientes en Cáritas para pedir algo de comer.

Por eso no entiende que usted siga sin hacer nada: ni la reforma laboral ni la financiera ni se reúna con las comunidades autónomas y con la oposición, con los sindicatos y la patronal para buscar una salida al déficit público y a la crisis.

Y no entiende que anden ustedes enredados y enredando con la memoria histórica -ella que vivió la guerra y sus desastres- con Garzón, o con esos indeseables de De Juana Chaos o Díez Usabiaga en lugar de trabajar en lo que toca.

Mi madre no sabe de déficit público o de calificaciones de la deuda, pero le molesta que le cuenten películas. Dice que ya vale, que se ponga usted a trabajar en serio para lo que le eligieron los españoles. O que se vaya.

Con todo el respeto del mundo. Como tantos millones de españoles. Y como instituciones como la Unión Europea, el FMI, el Banco de España, las agencias de rating y muchas más.

Mi madre ya no le cree y, últimamente, le ve mala cara. No es la única, presidente. Cuando se pierde la confianza de los inversores, el riesgo es máximo. Cuando se pierde la credibilidad del pueblo, es difícil la marcha atrás.

Se me ponen los pelos como escarpias......

Esta muy bien lo de la carta,su madre si paga una muchacha sera porque tiene,nosotros si la necesitamos nos la dan los asuntos sociales,no nos vale nada y encima trabajan muchas mujeres de mi pueblo,a mi se me ponen los pelos como escarpias,cuando veo tantos jovenes que son nuestro futuro sin empleo y por supuesto a personas mayores solas,pero por esto ultimo me preocupo menos,porque hay que dar un voto positivo a los asuntos sociales y a las residencias de dia quese estan abriendo para elbien de nuestros mayores y estas familias a las quetanto se las critica por cobrar el paro,esta miseria con la que no viven MALVIVEN.ya esta bien.UN SALUDO