Villarejo de Salvanés - Madrid

Se cumplen 15 años del terrible y brutal asesinato de Miguel Ángel Blanco, concejal del PP de 29 años en Ermua. La banda asesina ETA lo secuestró y ejecutó tras tres días de secuestro.

Personalmente me emociona e indigna porque aunque ese 1997 yo era un niño, recuerdo perfectamente el dolor y la rabia de mis padres frente al televisor, de millones de españoles echados a las calles para pedir la liberación de Miguel Ángel. El dolor de una familia normal. La unión de un país ante un asesinato cruel y sin sentido.

Para mi Miguel Ángel es un ejemplo en muchos aspectos: como político, como persona. Su único delito fue ser elegido concejal por una parte de sus vecinos, por ser del PP y por defender España y a Euskadi.

Fue asesinado de rodillas, atado de pies y manos y de espaldas a sus verdugos. Dos tiros en la cabeza. Sin poder defenderse.

ETA es una banda asesina euskonazi, que desprecia España y los españoles y considera el País Vasco un territorio y raza superior al resto. Ha cometido mil asesinatos sobre personas inocentes. Ahora, incomprensiblemente, están de nuevo en las instituciones, con otros nombres pero con las mismas intenciones. ¿De qué ha servido tanto dolor y sufrimiento? ¿Por qué se claudica ante estos asesinos? ¿Donde están el desarme, la entrega de armas, el perdón a las víctimas...?

Vaya desde aquí mi pequeño homenaje a un gran español. No te olvidamos.

Este hecho, junto con el conflicto de los balcanes y la pasividad europea, ha sido uno de los temas que mas me ha indignado en los últimos tiempos.