Valdetorres de Jarama - Madrid

Todo imperio cae. Ya es hora de que desaparezcan todos los personajes de los esperpentos de Valle-Inclán que rondan el pueblo de Valdetorres de Jarama. Creía que el Picalagartos había caído en el olvido. Y ahí le tenemos, un año más en el que se va a presentar. Zaratrusta repite junto a La pisa bien. Estafadores de escasa moral vuelven a querer gobernar al pueblo.

Caras nuevas, señores. Basta ya de tomarnos el pelo.

Esta es mi breve introducción de presentación. Os veré más a menudo.

Un saludo. Gladius.

Borrado por su Autor.

Ditalca creía haberse ahogado en un pozo de agua, pero ha encontrado su salvación en "Roma". Minuras Goza junto a ella de un gran prestigio dentro de la nueva legión que se alza bajo las siglas del águila, aunque he de decir que un poco cambiadas. Cayo Grisáceo ha permitido la adhesión de dos nuevos y recién nombrados centuriones que pertenecieron al pastor Rodríguez Viriato.

Volvamos con Ditalca, que se vio envuelta en una guerra de guerrillas en un Valle sin rosas en el que obtuvo su derrota. Pero en Roma la acogieron con interés y ahora es pagada con ofrendas por sus "catalanes" legionarios. Esperemos que no usen el archiconocido lema de: "Roma no paga traidores".

Julio César, el que busca el cambio, no busca un partido político tradicional. No busca estructura política. No hay siglas que sigan un camino lógico. ¡Vaya! ¡El gran César ha creado un nuevo camino! Las calzadas se le quedaban pequeñas. Esperemos que no tale muchos árboles para abrir paso a los pretorianos. ¡Espera! Julio César Séneca ha llegado con una nueva alternativa filosófica con la que adulterar las doctrinas políticas.

Entre tanto despropósito, alguien a querido sacar del cuadro de las Meninas a don José Nieto, seguramente algún intelectual dirá que no conoce a semejante personaje, y yo diré si que le conoces, pero no le quieres recordar, dado que este personaje te reviven en el sus conciente como el "asesino" del Rey don Felipe.
Entre tantas España como la imaginación nos puede proporcionar, la de don José Nieto la podemos situar, junto a nosotros los pueblerinos de Valdetorres de Jarama, donde este vive como el hidalgo arruinado, que busca la mina del pan duro que tiene en sus entrañas oro y plata, en algún lugar de la alta estepa al otro lado de la carretera general.

Me dice un amigo muy ilustrado que en España no es difícil ser presidente de lo uno o de los otro, y en este Pueblo de Valdetorres de Jarama tenemos presidentes para aburrir y exportar, sin que nadie se ocupe de los problemas endémicos, de un pueblo que fue de regadío y en estos momentos es dormitorio de las Avutardas y las cigüeñas la Pisa Bien y el Pica lagartos.
Cada Regente de Valdetorres de Jarama tiene detrás de si, de pisapapeles de su despacho, una riestra de ajos secos contra los vampiros chupa sangre de sus noches en que los remordimientos acumulados le machacan entre nubes negras.
Porque cuantos Juan de Juan pedro hay entre las estepas, de un pueblo que fue de regantes con aguas frescas de lluvia del arroyo hoy seco por las mier... frescas del colector de la porquería de Valdetorres de Jarama.

Se de buena tinta que don Leoncio de Maestre intercambia más que huertas con doña Rosa. Agrestes son las tierras que trabajan Domingo y Liduvina para su señor don Leoncio, "mataor" de toros. Se le quedó pequeño el mundo del cuerno y la peineta. Igual que su herencia de San Bruno, olvidada en su pequeño nervio de Mantis Religiosa.

Son raíces que se retuercen en la estepa tal cual los hombres que en ella habitan, son como un haz de venas de acero por las que se riegan sus miserias.
Los excesos del poder siempre nos llevan a los pobres, a una muerte que aparentemente es por desgaste, pero que encubre un asesinato tal cual mueren reventados los caballos por el hambre.
Es muy antiguo creer en una tierra donde es posible un nuevo comienzo, sin embargo esto se presta al engaño, y millones de personas errantes se abalanzan sobre una tierra buscando un enriquecimiento rápido, que los lleva a "matarse" entre ellos.
Valdetorres de Jarama no es las Vegas, pero bien pudiera ser que en sus estepas secas de regadíos de agua refrigerante de lluvia que solo dan unas pastos raquíticos de baja calidad, alguien este soñando y en estos sueños vea resurgir a los consabidos gastares que nos traigan Las Vegas al medio Jarama.
Los sueños, sueños son, mientras cantamos en el metro de Embajadores a Sol