Valdetorres de Jarama - Madrid

La Flor de la Canela
Isabel "Chabuca" Granda


Déjame que te cuente limeña,
déjame que te diga la gloria,
del ensueño que evoca la memoria
del viejo puente, del río y la alameda.

Déjame que te cuente limeña,
ahora que aún perfuma el recuerdo,
ahora que aún se mece en un sueño
el viejo puente, del río y la alameda.



Jazmines en el pelo y rosas en la cara,
airosa caminaba la flor de la canela,
derramaba lisura y a su paso dejaba
aromas de mixtura que en el pecho llevaba,
del puente a la alameda.

Menudo pie la lleva por la vereda
que se estremece al ritmo de su cadera,
recogía la risa de la brisa del río
y al viento la lanzaba del puente a la alameda.

Déjame que te cuente limeña,
ay, deja que te diga morena mi pensamiento,
a ver si a así despiertas del sueño,
del sueño que entretiene, morena,
tu sentimiento, aspira de la lisura
que da la flor de la canela,
adornada con jazmines matizando
su hermosura, alfombra de nuevo el puente,
que engalana la alameda,
que el río acompase su paso por la vereda.

Y recuerda que ....

siempre en algún lugar del río hay un puente y detrás una alameda.
saluditos

Querida cuentista, quiero recordarte que la flor de la canela a sido sustituida por el colorante vegetal y el puente a sido abandonado a su miserable suerte dado que las autopistas los han barrido del mapa, de cualquier forma cuando se llega a viejo uno comprende que la flor de la canela lo mismo que el cardo solo forman parte del recuerdo, de lo que si estoy seguro es que a vuelto a producirse el milagro y veo con satisfacción crecer la flor de la canela entre tres rosas del rosal de mi jardín, B. P. C. creo que los jardineros a los que yo enseñe van cumpliendo el gran trabajo de conservar la vida, por lo que estoy doblemente orgulloso.
Pero como no hay felicidad completa la nota triste la pone el saber que millones de flores de la canela, rosas también de mi jardín, son pisoteadas en el mundo y que dos mil millones de jardineros lloran por sus rosas en el mundo, y yo lloro junto a todos los que como los padres que como los de Mariluz sufren por la perdida de una rosa de su rosal

Amapola, lindísima Amapola
será siempre mi alma, tuya sóla.

Yo te quiero, amada niña mía
Igual que ama a la flor, la luz del día

Amapola, lindísima Amapola
no seas tan ingrata, amamé.

Amapola, Amapola
Cómo puedes tu vivir tan sola.

Amapola, lindísima Amapola
no seas tan ingrata, amamé.

Amapola, Amapola
Cómo puedes tu vivir tan sola.