Torres de la Alameda - Madrid

El texto que os adjunto esta escrito por un uruguayo para Uruguay, sin lugar a dudas es la linea que se debe seguir a nivel mundial, lo que esta en crísis actualmente es el sintema y si no somos capaces de transformarlo...


URUGUAY NATURAL
Por Eleuterio Fernandez Huidobro |*|

Si quiere pensarse con la perspectiva de veinte o treinta años, ese será el único Uruguay viable y posible. Ese será el único Mundo viable y posible.

La economía política en boga ha resultado desastrosa. Hay que abandonar la superstición del crecimiento sin límites porque esos límites además de romper los ojos, han sido ya traspasados. Abandonar también los mitos del desarrollo porque hay enormes regiones y multitudes abandonadas a la mano de Dios en aras del desarrollo de algunos. O es para todos, o caemos en cruda inmoralidad. Y para que sea para todos, no puede ser así. Ya somos demasiados como para querer vivir como se vive en el Primer Mundo. Ni aún ellos pueden seguir haciéndolo. Por vivir así han saqueado y gastado el Planeta. Para seguir así necesitarían otros dos o tres Planetas más.

Repetimos que eso vale si partimos desde la solidaridad y los valores fundamentales del ser humano. Se puede también, como ya lo hacen o lo preparan algunos, matar a la humanidad "sobrante" de modo que los pocos que se salven puedan seguir con el alocado despilfarro.

El PBI, como sistema de medición y balance, no sirve para la civilización. Por el contrario, lleva a la barbarie porque fomenta sobre falsas bases la mal llamada productividad. Se debe inventar o usar otro sistema de medición (los hay), que agregue, por ejemplo, los gastos producidos a cargo del medio ambiente y la "pérdida patrimonial" de los bienes finitos. Tal vez entonces veamos que en vez de crecer nos fundimos. Más de lo que estamos.

Tampoco sirve el sistema monetario que nos rige y se derrumba: esa pésima idea de moneda falsa fue y es la principal herramienta del desastre. No sirve para el intercambio de bienes ni como medio de pago ni como apoyo al trabajo. Por el contrario, sirve para el atesoramiento y la monopolización. Huye, se esconde, y hace huelga cuando más se la necesita y cuando hay más personas dispuestas a trabajar.

Debemos denunciar el furibundo armamentismo y sus propósitos cada día

más evidentes, y a los países, personas, y grupos que ya han decidido seguir por la huella del holocausto en su beneficio.

Debemos prepararnos desde ya contra los efectos irremediables del cambio climático estudiando la evacuación ordenada de zonas que serán afectadas y prepararnos a recibir poblaciones inmigrantes. Habrá que corregir "al alza" nuestra demografía. Debemos encarar el grave problema del Santa Lucía, su cuenca, y el de la ciudad de Aguas Corrientes para garantizar el suministro de agua potable a Montevideo y la zona metropolitana. Del mismo modo la defensa de nuestros intereses y bienes vitales como el agua o la tierra fértil que ya hoy escasean en el mundo y pronto faltarán mucho más. Estudiar a fondo qué puede pasar si cesa el suministro externo de algunas cosas y, en ese sentido, proponerse el autoabastecimiento de todo lo que sea vital incluyendo medicinas. Tratar de no supeditarse a la locura vigente.

Desarrollar tecnologías que no dependan de suministros que algún día pueden dejar de llegar por infinitas causas incluso ajenas a la voluntad del abastecedor. En suma: estudiar a fondo las consecuencias de todo tipo que podemos sufrir (en especial de procedencia ajena) si no detienen la locura reinante...

EL IMPERIO DE LO LOCAL: Poner límites. (La descentralización se impone guste o no guste). Resulta ineludible despoblar las ciudades más grandes, no dejarlas crecer, crear ciudades nuevas con límites estrictos y transformarlas (a todas) con parques y espacios verdes (incluso con fines alimentarios), pocas calles para vehículos particulares, muchas para el transporte público, las bicicletas y los peatones. Crear ciudades chicas, consumir lo local para no hacer largos viajes ni gastar energía, crear puestos de trabajo en lo local, planificar la industria en base al abastecimiento de zonas cercanas, en especial la lechera y las de otros alimentos. Y hacerlo en base a la ineludible distribución poblacional. Las macrociudades están sentenciadas. La vida en ellas será de día en día más difícil.

Organizar la educación, la cultura y la medicina a distancia y, en general, en función de la nueva geografía humana que se debe crear.

Instalar policlínicas, hospitales y el suministro de medicamentos descentralizados y en función de lo local. Reivindicar la Banda Ancha para todo el mundo como un derecho humano que resultará decisivo.

Construir cosas que duren, reparar cosas, eliminar envases, usar envases permanentes, centralizar a nivel local lavadoras, secadoras, elaboración de comidas, etcétera, evitando la tenencia y el uso de la mayor cantidad posible de electrodomésticos.

Ahorrar tendidos eléctricos. Dar tratamiento a las basuras y demás efluentes domiciliarios reciclando, produciendo energía y abonos. Instalar colectores de calor solar en cada casa y generadores de energía alternativos en todas las que sea posible, regular los cauces de nuestros ríos y arroyos, construir aljibes particulares y colectivos, cambiar el modo de construir las casas para ahorrar energía tanto por ello como por los materiales que se usen y el flete que los traslade (usar materiales locales). Usar lámparas de iluminación de bajo consumo y, en especial, "LED".

Fomentar el uso de bicicletas y el de vehículos eléctricos que se "carguen" con el producto de residuos y efluentes; fomentar el uso de ómnibus, tranvías, taxis, remises y todo otro tipo de transporte público de personas o mercancías; desalentar el uso de autos particulares; castigar y prohibir el uso de vehículos que no sean eléctricos o a hidrógeno o, en último caso, híbridos.

Diseñar acumuladores de energía de todo tipo (incluyendo los de aire comprimido), ir abandonando el uso de todo combustible fósil, aprovechar obligatoriamente los efluentes y residuos agrícolas y ganaderos dándoles tratamiento y generando con ellos energía, proteínas y abono, impulsar la generación eléctrica distribuída en todas sus formas: tanto particular como pública y por asociación de vecinos.

Desarrollar y usar más el tren y los transportes fluviales, marítimos y lacustres. Desarrollar la acuicultura.

Lucha cultural, publicitaria y propagandística contra el consumismo y sus medios nacionales e internacionales de propaganda. Pesados impuestos al hiperconsumo, el despilfarro y la contaminación. Multas graves a la erosión, a los daños contra el medio ambiente y a la emisión de contaminantes.

Por fin: debemos vincularnos al mundo que piense igual. Uruguay, por su tamaño, puede ser un modelo y un experimento exitoso que cuente con apoyo mundial.

Y crear los movimientos y organizaciones que sean funcionales a esto y unirse a los que ya existen. Uruguay será "natural" o no será. Con el mundo ya está pasando lo mismo. Nos guste o no.

|*| Senador, CAP-L, FA