Torrejón de Velasco - Madrid

Alonso Pérez, vecino de Torrejón de Velasco, fundó una hermandad en el año 1500 llamada de San Sebastián.
Esta hermandad sería responsable de mantener un hospital en Torrejón de Velasco. Desde sus inicios este hospital estuvo protegido, gobernado y sujeto únicamente a la los dictámenes de la jurisdicción de la iglesia.
Alonso Pérez, hizo donación al hospital de una huerta. Además, en 1650 éste hospital había acumulado varios censos y memorias, realizados por vecinos del pueblo, cuyos beneficios estaban destinados a la atención de sus enfermos. El Hospital contaba con ermita o iglesia propia bajo la advocación de San Sebastián, donde se celebraban misas.
Tras el fallecimiento de Alonso Pérez, la hermandad se siguió haciendo cargo del hospital y de los enfermos del pueblo. Gracias a la Hermandad de San Sebastián, el hospital de Torrejón de Velasco funcionó durante mucho tiempo.
Sin embargo, por alguna razón poco clara, con el paso de los años fue cayendo en el abandono. Se sabe que en los primeros años del siglo XVIII estaba totalmente arruinado y sin posibilidad de poder atender enfermos en unas mínimas garantías de salubridad y seguridad. Ni siquiera su edificación estaba en condiciones de poder cobijar personas dentro.
La ausencia de hospital en el pueblo coincidió con una mala época para la comarca, con plagas, heladas invernales y sequías que acabaron con las cosechas, provocando mucha hambre, pobreza, enfermedad y pillaje.
Ante ésta situación, el cura don Diego de Palacios y las autoridades locales del Ayuntamiento valoraron la posibilidad de llamar a los hermanos de la Hospitalidad del Divino Pastor.

Llamados a Torrejón de Velasco vinieron los hermanos Francisco de San Luis y Pedro de San Lucas, pronto se dieron cuenta de que en esta labor de reconstrucción no estaban solos.

La parroquia, el Ayuntamiento y todos los vecinos del pueblo les ofrecieron su apoyo, ya fuese trayendo piedra y otros materiales para la reedificación de la casa, aportando su mano de obra para trabajar e incluso regalándoles animales de labor.

Como es de comprender, estos dos hermanos no podían llevar el hospital ellos solos; por eso, una vez puesto a punto, la parroquia y el Ayuntamiento solicitaron que enviasen a tres hermanos más a Torrejón de Velasco.

Con el paso de los años, los hermanos de la Congregación del Divino Pastor consiguieron hacer del Hospital de San Sebastián una institución sólida y efectiva. Tal como estipulaban las escrituras, se nombró un Mayordomo para que se hiciese cargo de la administración del hospital y sus bienes, cuyo nombramiento corrió a cargo del Rector del hospital, el cura Párroco de San Esteban Protomártir.

El 3 Mayo de 1768 se hizo un inventario de los bienes del hospital, este inventario es una buena prueba del gran cambio que se había producido en el hospital en esos 40 años: contaba con una enfermería para hombres de nueva fabricación donde con toda comodidad pueden estar doce enfermos con sus camas pertrechadas para ellos, con sus colchones, sabanas y mantas no nuevas pero usuales. Encima de esta enfermería se encontraban las habitaciones de los hermanos de la congregación y sobre éstas, una cámara para guardar el grano de las cosechas.
También tenía una enfermería para mujeres en la parte antigua del hospital, con posibilidad de dar cobijo a ocho enfermas aunque no tiene más que seis camas. Esta enfermería no estaba en muy buenas condiciones y así lo expresaban en el inventario, ya que estaba apuntalada y con indicios de poca duración y lo mismo sucede a otras piezas que hay junto a ella.
Así mismo habilitaron un espacio, separado del de los enfermos, para dar hospedaje a peregrinos y pobres.
La labor de los hermanos fue, tal como se esperaba, de gran ayuda para el pueblo, teniendo que hacer frente a lo largo de todo el siglo XVIII a constantes años de enfermedad y pobreza.
En 1775 coincidió una época de malas cosechas y epidemias con el deterioro de la fábrica de la enfermería de mujeres, que se encontraba en la parte antigua del hospital. Esto obligó a los hermanos a tener que solicitar una licencia para poder pedir limosna, no sólo para la curación de los enfermos sino también para la fábrica del hospital.
Se sabe que el hospital siguió en funcionamiento con los hermanos y hermanas del Divino Pastor al menos hasta entrado el siglo XIX. Existen documentos de finales del siglo XVIII en los que se solicitan las habituales licencias para pedir limosna que demuestran que el hospital seguía siendo atendido por los hermanos hospitalarios del Divino Pastor.

En 1820, llegó un Decreto del Estado por el cual se suprimían las órdenes monacales y se reformaba las regulares. Por esta ley se suprimen también las órdenes hospitalarias de cualquier clase: los de San Juan de Jerusalén; los de San Juan de Dios y los Betlehemitas, y todos los demás hospitalarios de cualquier clase.

Cuando se ejecutó el Decreto de 1820, los hermanos tuvieron que desalojar el hospital y el edificio quedó en propiedad del Ayuntamiento.

En esta historia hemos de resaltar la obra de un doctor: D. Juan Dionisio Navarro y su "obra pía".

En 1648, el doctor don Juan Dionisio Navarro creó una Memoria sobre sus posesiones, cuyas rentas debían distribuirse entre diversas obras religiosas y de misericordia. Así por ejemplo, dio una asignación para las huérfanas del pueblo, otra para el Párroco como administrador de la Memoria y por último, otra para los enfermos del hospital , con una dotación de 100 ducados anuales .
La cuantía de la asignación para los enfermos del hospital fue disminuyendo con el paso de los años, a pesar de lo cual siguió siendo administrada rigurosamente por los sucesivos Párrocos de San Esteban Protomártir, hasta el curato de don Fernando García Escribano (entre 1875 y 1884).
Esta obra fue tan importante que hizo posible el mantenimiento del hospital casi dos siglos. Aquella "obra pía del doctor Navarro" es algo similar a lo que hoy llamaríamos "fundación".

hola alberto: gracias por contarnos la historia del pueblo de mis origenes, sigue asi un saludo

Son personas que merecen un recuerdo, han hecho mucho bien. hay otras, las recordaremos poco a poco.

Alberto por lo que veo eres el párroco de Torrejon, me gustaria saber como puedo hacer para consultar los archivos parroquiales, te quedaria eternamente agradecido.

Sólo tenemos archivos desde 1939.

gracias Alberto, ha sido un placer contactar contigo.
recibe un saludo