San Martín de Valdeiglesias - Madrid

"Si todos los hombres somos iguales
nacemos solos, generalmente,
llegamos desnudos
comenzamos a crecer
y a soñar

iniciamos unos caminos u otros
(pero caminos todos)
nos mueven a todas las mismas pulsiones
nos emocionan o nos decepcionan
acontecimientos parecidos

si a todos nos hacen reír
casi las misma cosas
y nos ponen tristes también las mismas

resulta tan fácil que algo pequeño
como un bulto, o un tumor, o una palabrita así
puedan acabar con cualquiera de nosotros

y podría resultar tan fácil que algo pequeño
como una bala certera
tuviera las mismas consecuencias
para cada uno de nosotros
independientemente de todo el dinero
que tengamos o no tengamos
de todos los caminos recorridos

o sobre todo aunque malignos sigamos siendo..."

(j. seafree)
(8.7.15)

"Habrá que delinq... para cambiarlo todo,
habrá que dejar de lado la prudencia y la mesura,
habrá que olvidar los buenos modales y tantos dogmas,
porque no se puede esperar nada bueno de tantos hombres,
no se puede esperar nada bueno muchas veces de uno mismo,
no se puede esperar nada con los brazos cruzados
y el culº sentado pacíficamente frente a la televisión.

Habrá que delinq... para cambiar todo lo que haga falta,
todo cuanto necesitemos, todas las obligaciones,
las expectativas, los objetivos a corto y a largo plazo,
todo cuanto deseemos más allá de nuestros instintos,
para cambiar también lo que nunca pensamos que cambiaría,
incluso lo que nunca quisimos que cambiara.
Habrá que poner la sinrazón a tender sin que destiña,
la codicia encerrarla en un frasco con ácido sulfúrico
y que desaparezca de una put. vez por todas.

Habremos de rasgar tabúes y paradigmas,
de quitarnos cada máscara, cada sueño inocente,
de no prestar pleitesía en ningún lugar ni ante nadie.
Habremos de enterrar algunas leyes y tantas tradiciones,
si queremos cambiarlo todo, cambiar lo que haga falta,
habrá que delinq..., aunque nos cueste,
aunque nos duela, y no volver a arrodillarnos."

(j. seafree)
22.9.2015

No necesitamos flores ni parabienes,
tampoco sueños fruto de la mansedumbre.
No necesitamos colores,
ni luz, ni siquiera esperanza.
Enterradas todas las banderas,
desprenderemos el instinto de vejaciones inocuas,
derrumbaremos la necedad y la ignorancia.
Y aunque no necesitemos tampoco la virtud de las palabras
ni la prudencia del silencio,
estaremos levantados amanecer tras amanecer.
puesto que revólver y revolución
en el diccionario comparten página.

j. seafree

"... A veces la lluvia se parece a la memoria.
La soledad lo inunda todo, la soledad invade
con palabras cada estancia, cada pared,
transforma la libertad en una contradicción.
El poema es confidencial,
pero no puede tener límites."

j. seafree

LA NIEBLA

Sin sol casi nada es posible
y la niebla, al amanecer,
hace que el nuevo día nunca llegue.

A lo largo de mi vida
tengo la sensación algo amarga
de que cada vez que quise
acercarme a la libertad
sin rodeos, sin máscaras,
siempre tuve que pagar
un precio inesperado,
de vivir lo cotidiano
en el ámbito de la resistencia,
de cierta abnegación,
por qué no, de una pequeña
o gran cuota de sacrificio.

Sin sol casi nada es posible
y a menudo estar solo
se asemeja a ser libre.

No creo en la justicia,
ni en la dignidad que dicen
proporciona el trabajo,
no creo en la mayoría de valores
que cimientan nuestra sociedad,
porque no admito el guión
que escriben unos pocos, mezquinos,
para la mayoría, y detesto
que esa mayoría se conforme.

Creo en las velas que hoy me acompañan,
en el arco que precisa mi concentración,
en los pájaros y en su canto diario,
en los abrazos que me esperan
y en los que todavía tengo que dar.

Creo en la lucha y en el aliento
que ofrece el desvelo por las pasiones,
y quiero creer en la palabra
a pesar de tantos silencios,
de largas ausencias
y de la impertérrita distancia
de quien se ama.

Y aunque sin sol
casi nada sea posible,
creo que sin amor y sin libertad
no hubiera podido escribir estos versos
ni muchos de los miles ya escritos.

La niebla seguirá ahí,
tal vez durante horas,
pero en ningún caso dejaré
que la oscuridad triunfe ni un solo día.

Dan igual los precios y los sacrificios
tan antipáticos e irremediables,
más de treinta años de luchas y de abrazos
en tantas líneas y en algunos sueños
suponen un hermoso camino,
suficientemente válido para mirar de cara a la niebla,
para resistir, para seguir anhelando
la calma, el bello aliento,
para esperar la música
y que el sol vuelva
cuando guste.

j. seafree
(domingo 18 de octubre de 2015)