Arruinarte para seguir con vida, por el PP El plan de recortes en sanidad que el Gobierno activará en verano retira a los pacientes renales el traslado en ambulancia para acudir a diálisis. Un tratamiento vital que se realiza al menos 3 veces por semana, 120 trayectos de ida y vuelta por año que el enfermo deberá costear de su bolsillo. El precio del transporte en ambulancia privada varía en función de la distancia, por lo que el recorte afecta principalmente a los españoles que viven en el medio rural o en pequeñas ciudades. Pagarán más cuanto más lejos vivan de un hospital, colocando al taxi y la caridad de amigos y familiares como una alternativa forzosa. Acudir a diálisis en vehículo privado es cuanto menos arriesgado. Los efectos secundarios del tratamiento incluyen debilidad, mareos y fuertes calambres, siendo muy poco recomendable la conducción para acudir al centro de salud. Unos 20.000 españoles reciben el tratamiento de hemodiálisis en un hospital, con una edad media de 74 años, pensionistas en su mayoría. Un día de diálisis es un día laboral perdido, cada sesión de hemodiálisis dura un mínimo de 4 horas, sin contar los tiempos de desplazamiento. Una jornada de inactividad forzosa que ahora supondrá un gran gasto para las familias. Además, la disfunción renal es incurable. Pese al gran número de transplantes que se realizan en España, muchos de los pacientes vivirán toda su vida atados a una máquina y, a partir de hoy, arruinados por su desdichada salud. |