Cubas de la Sagra - Madrid

Ni el portavoz parlamentario del Partido Popular, Alfonso Alonso, dice ante los periodistas saber por dónde va el affaire Bárcenas. ¡Menuda confesión pública de impotencia que atañe plenamente a Mariano Rajoy Brey, presidente del PP y del Gobierno de España!

El ominoso hombre de la peineta
En febrero de 2009 -estamos en febrero de 2013 y han transcurrido, por tanto, nada menos que cuatro años-, el ominoso hombre de la peineta fue imputado en el Caso Gürtel, procedimiento instruido por el entonces todavía juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón.

El único condenado, Garzón
Una cosa está bien clara. El único que, por ahora, ha sido condenado en relación con este grave proceso judicial es Garzón. Lo cual resulta, por supuesto, paradójico y, sin duda, degradante para la imagen de la Justicia, incluido el Supremo. Los presuntos chorizos, en su mayoría, se han ido escaqueando. Y no ha habido aún sentencias en firme. Como es obvio, el tiempo juega a favor de los presuntos corruptos.

Repugnante realidad
Durante los cuatro años de, en efecto, práctica inmunidad de Bárcenas -senador durante tiempo por el PP, buscando las ventajas de los aforados-, Rajoy ha mirado constantemente hacia el otro lado de la repugnante realidad que protagonizaba un tesorero que él contrató como persona de su confianza.

Pies en polvorosa
Rajoy no se ha inmutado. La lógica más elemental hubiera tenido que encontrar en el líder de la derecha y jefe del Gobierno a un adalid de la transparencia, desde la eficacia, la sensatez y la prudencia. Y además como un digno representante que debe ser de los ciudadanos. Rajoy, sin embargo, no ha sido un severo colaborador de la Justicia. Todo lo contrario. Ha puesto pies en polvorosa y ha eludido a los tribunales. Su pasividad lo hace en buena parte ser cómplice -como mínimo por omisión- de múltiples violaciones de la legislación vigente.

¿La Razón? No, la sinrazón
El portavoz parlamentario del PP no sabe que decir. Hace unos días Francisco Marhuenda, director de La Razón -que sigue siendo el periódico de la sinrazón- reconoció en La Sexta que no entendía apenas nada de lo que estaba pasando en el PP en relación con Bárcenas. Rajoy calla como es su costumbre.

Supuesta conspiración
Los palmeros de don Mariano se han inventado una supuesta conspiración que estaría orientada a cargarse al presidente. ¡Qué estolidez tan monumental! ¡Pero si es el propio Rajoy el que está empeñado en cargarse a sí mismo! Nadie ignora en este país que Rajoy ni se esfuerza ni da la talla.