Colmenar Viejo - Madrid

¡Pobre presidente!
¿Quién te va a creer?
Has batido un récord “histórico”, como dicen ahora por cualquier cosa.

En dos meses de gobierno rompes tus compromisos más rotundos que te auparon al cargo:
“No subiré los impuestos”
“No bajaré los salarios, ni el despido”, etc, etc....

Pues, toma del frasco...

No te creen los mercados: La deuda pública española está carísima, a pesar de que el Banco Central Europeo ha inundado de liquidez casi gratis a los bancos para eso, para que compren deuda pública.

Ni la Unión Europea, que te exige que expliques el déficit público del 2.011 y tú, ni por esas. Que saques ya los presupuestos del 2.012, que te reservas para después de las elecciones andaluzas y asturianas.
Hasta ahí podíamos llegar, ¿eh? Todo el mundo diciendo que lo importante es la economía, el paro, los problemas de la gente, pero los que sabéis a qué se juega aquí no perdéis de vista que lo primero es la política, hacerse con el poder y conservarlo.

Ni Monti, con quien firmas una carta pidiendo que Alemania y la UE rebajen las exigencias sobre los recortes del déficit mientras sostienes que vas a cumplir esas exigencias, y que te mira de soslayo mientras tú coges aire para soltar unas frases de Perogrullo. Sacas pecho, impostas la voz, haces pausas, recalcas las palabras, las sílabas, las evidencias, las generalidades, la nada. En Roma, que es un lugar donde se ejercitó la oratoria hueca desde muy antiguo, y te pueden comprender mejor. Aunque ahora han cambiado de estilo por un tiempo y se lleva la suavidad y conocimientos de Monti.

No te creen los alumnos valencianos, los jóvenes, los profesores, los padres ni los sindicatos, que les tuviste enredados y presionándoles para que llegaran a acuerdos y, cuando lo hacen, no les tienes en cuenta para nada, decides una reforma laboral completamente favorable a los empresarios.

Mira, te creen los empresarios, ¡qué casualidad!
Te creen en tu congreso, ahora que se están repartiendo los cargos.

Te quieres curar en salud diciendo que van a pasar tiempos muy malos.
Esto sí que se te puede creer, porque estás haciendo lo posible por que sea verdad.