Colmenar Viejo - Madrid

Era muy bonito aquello de poder viajar a muchos lugares envidiables con nuestra misma moneda.
Era más bonito aún que, al unirnos a esos países, nos fuéramos equiparando con ellos en derechos sociales, culturales, medioambientales y democráticos. Estos últimos, last but not least, como suele decirse por ahí, que se come como si se dijera “últimos, pero no menos importantes”.

Mas, hete aquí que la Europa democrática no funciona como tal.

Tenemos un Banco Central Europeo, al que se supone independiente, que parece una sucursal del Bundesbank, al que también se tilda de igual manera, pero hace lo que quiere el gobierno alemán.

Hay un Parlamento Europeo desaparecido y sin competencias para el control del cotarro.

Una Comisión Europea que se alterna con el gobierno alemán y con “los mercados” (tiburones financieros de allá y de acá) en ajustarnos las cuentas, dándonos de vez en cuando unas palmaditas en la espalda.

Cuando se trata de ayudar a un Estado en sus emisiones de deuda pública ante la desmesurada subida de la prima de riesgo, el BCE dice que no puede apoyar a los Estados y da liquidez (gratis) a los bancos.
Cuando, en cambio, son los bancos los que necesitan recapitalizarse, la UE con su fondo de rescate (MEDEF) dice que solo lo hace si los Estados se hacen responsables.
Siempre en contra de los Estados (que somos todos), siempre a favor de los bancos (que son unos pocos mangantes).
¿Es un disparate o será malintencionado? Apuesten.


De tal modo, lo que fueron derechos se han convertido en recortes, lo que fueron dineros prestados se han tornado en sogas al cuello.
¡Cachis, qué bien vivíamos con el PP cuando entramos en el euro!

Pero antes de que comulguemos en alemán o juremos en hebreo nos despacharemos a gusto con algunas licencias en ladino que, para qué vamos a negarlo, venimos de donde venimos. O, si no, en román paladino, “en el cual suele el pueblo fablar a su vecino”.

Siempre se dijo que la Europa que se estaba construyendo era la de los mercaderes. Así era y sigue siendo más aún. Se la podría llamar de la plutocracia, que no estaría mal en dejar sin la ele. Como el nuevo ministro de industria de Francia había llamado anteriormente “unos golfos” a los empresarios, habría que aplicarlo a toda esta recua trajeada de expertos en derribos.

Ese poder se complementa con la existencia de gobiernos de derechas en casi todos los países. Ellos han orquestado las medidas para exprimir a buena parte de la población.
Las izquierdas han participado “a su modo” en esta deriva, con sus comportamientos colaboradores, sus corrupciones, su falta de democracia, de transparencia..., su división.

Puesto que estamos en el terreno de las “ideas” y soluciones, allá va alguna más ¿por qué no?

Dicen “los enterados” que no somos competitivos, que todas las medidas para recuperar la competitividad se deben a que no poseemos la capacidad de devaluar la moneda y, por tanto, hay que devaluar los costes del país, lo que resulta mucho más costoso. ¡Qué majos! Cosa sencilla, que devalúen el euro y que los alemanes y algunos otros, si quieren, eleven sus precios y salarios para seguir como están. Que no quieren inflación..., pues que sigan con los mismos precios y salarios, eso es cosa suya.

Si los bancos se están quedando con el suelo y las viviendas de inmobiliarias y particulares o con participaciones en las sociedades que no pueden pagar sus deudas, que se les de a los bancos alemanes o a esos inversores extranjeros todo lo que tengan los bancos españoles que les deben tanto. No hay por qué ponerse racista, sobre todo en cuestión de dinero.
Que se queden con esa parte de España y que les aproveche. Ellos sabrán los riesgos que corrieron con sus inversiones y la fiabilidad de los receptores de sus fondos. Por lo menos nos quedaría el resto del país a los españoles, o lo que quiera que seamos.

Hablando del suelo, habría que reclamar a todos aquellos parásitos que especularon con él, lo acapararon y maniobraron fraudulentamente para alterar los precios hasta conseguir el milagro de que representara en torno al 50 % en el coste de la vivienda. Si alguien se pone a la tarea podríamos apoyarlo gustosamente con infinidad de aportaciones módicas. Habría trabajo para unos cuantos equipos de “juristas” y nos divertiríamos un “rato”, con y sin segundas. Pescando unos cuantos peces de gran calibre, que no son tantos, se pondría al personal las pilas.

No sería mala idea que los centenares de miles de parados se fueran a los lugares donde se sigue construyendo y, por tanto, empeorando las cosas y a los ayuntamientos que lo han promovido desaforadamente a reclamar que les den sustento. Nada de ocultarse ni de avergonzarse. Colas en los ayuntamientos, no sólo en los comedores sociales. Sindicatos a la tarea.

Que se suban los impuestos a las segundas, terceras, cuartas, etc residencias de una puñetera vez, especialmente si están desocupadas. ¿Que no se puede? Vota PP, seguramente también PSOE y no se si IU. De los demás para qué hablar.

Volviendo a Europa, la de “los Pueblos” (que no lo son, sino naciones, no vayamos a confundir)
Hubo una Alemania repudiada que se hizo dueña del resto de Europa con “malos modos”. En todos los países había colaboracionistas. Hubo que pararle los pies a costa de millones de víctimas.
La ideología y los “modos” han cambiado, al menos eso parece.

Me pregunto si no estamos asistiendo a una nueva versión del mismo afán dominador por otros medios, pero con la misma raigambre antidemocrática, es decir, poniéndonos a sus pies con la colaboración de unas elites nacionales, ideológica y materialmente afines. El pueblo alemán no tiene por qué ser consciente de a dónde le llevan esos intereses que, para que no se note tanto, han puesto de pantalla a una mujer con expresión de empanada, lenguaje de pastor (luterano) y firmeza teutona (frau nein) como si fuera así una píldora menos agresiva y más fácil de tragar.

La cuestión es la democracia, es el poder, no la eficiencia ni la austeridad.
Después de la Guerra se ayudó a Alemania y se les apoyó sin reservas cuando se reunificaron las dos Alemanias. Para esto.

Compren coches, electrodomésticos, medicamentos, tecnología made in Germany, que los puestos de trabajo no nos los darán, ni los médicos o profesores. Al revés.
Los partidos políticos tienen una responsabilidad crucial, han sido vehículos imprescindibles de la democracia. Hoy día sería muy aventurado decir eso mismo.

Europa como democracia, libertades y equilibrio social, sí.
Europa como una Alemania déspota y baluarte ultraliberal, no.

Saludos

No puedo por menos que suscribir de pe a pa todo lo que has dicho, abundando en que cuanto peor les vaya a los estados europeos, mejor le irá a Alemania, que ha encontrado el gran chollo de su historia desde que los inversores casi les pagan para que admitan su dinero y los más pobres soportan primas de riesgo tan abultadas quee nadie sabe cómo van a pagar llegado el vencimiento, salvo endeudándose más al emitir deuda de capital e intereses.

En fin, mientras me permitan seguir por aquí os seguiré leyendo a gervasiode y a ti.

Saludos.

Gracias bo3.

Me alegro que sigas por aquí. Siempre es estimulante encontrarse con compañías con quienes dialogar, que lo mismo me corrigen que me aportan datos sugerentes sobre lo que sea. Me gusta la coincidencia, aunque he de reconocer que también la controversia.
Con los vídeos que nos ha proporcionado "anguciana" reía y lloraba al mismo tiempo.
También echo en falta a gervasiode desde hace un tiempo. ¿No le habrá pasado algo como a tí? Sentiría que no volviera.
Saludos.

Gaucho9, si eres de Colmenar Viejo y tienes alrededor de 50 años (más bien hacia arriba) puede que conocieras de niño a "estampa fina". Si no le conociste te diré que era un hombre que se dedicaba a todo para sacar a su numerosa prole de una constantemente amenazante indigencia. Nunca salió de pobre, pero siempre decía algo así como "pobre del ratón que solamente se sabe un agujero, yo encalo casas, arreglo sillas y parguas, echo lañas a tinajas y puntos a cacerolas..." y un sinfín de oficios. Pues lo mismo te digo que decía este buen hombre: que conozco varios agujeros y no te puedo dar más pistas, pero anguciana es un buen punto íntimo mío y se sabe los mismos agujeros que quien ya ha hecho honrilla el seguir erre que erre por aquí.

No lo he mirado, pero para saber si algún forista sigue activo, basta con intentar enviarle un mensaje. El sistema te devuelve dos opciones:

a) "Al destinatario le saldrá tu IP" - sigue activo.

b) "El destinatario tiene cerrada su cuenta" - Ricaro Iglesias Pérez, que decía un profesor mío en lugar de dar solamente el acróstico. O se busca otro agujero o se queda en la fosa.

Saludos.

Borrado por su Autor.

Este gobierno ha salvado a Europa, a los bancos, a España.
Y todo ello sin que repercuta en los ciudadanos, porque también nos ha salvado.
Nos han rescatado ¡hurra!!!
No sabemos con qué condiciones ¡bravo!!!!
No se sabe si se podrá pagar ¡mejor!!!
¡Alegría, palmas, pitos, jarana, fiesta, procesiones, toros...!
¡Todos a fumar cuando quieran y a correr por las carreteras!

El PP Puede con todo.
¿Que nos suben la prima de riesgo otra vez?
Nada, podemos con ello ¡Solitos!

Hemos hecho un favor al euro, a los alemanes, que tienen tanto dinero que no saben ya qué hacer con él.

No habrá premio suficiente para don Mariano, el fatuo.

Su claridad es pasmosa y tautológica, “al pan, pan y al vino, vino”, “llamar a las cosas por su nombre, como son en realidad”. Eso sí, todo bien pronunciado y con las pausas adecuadas, para no decir nada.

A eso vulgarmente se le llama perogrulladas o simplezas que, dichas con énfasis, son convincentes y asequibles. Tan elocuentes que tienen a toda Europa y medio mundo atónitos. A tal punto que, como no oyeron hablar de Pero Grullo, creen que es “por orgullo”, pobrecillos.
¡Qué ensañamiento! Envidia que les da.

Este hombre al que tan poco le importan las cuestiones de nominalismo ¿va a discutir él si esto es un rescate? Mucho menos si aquello fue una crisis ¡qué va!, o si las reformas son recortes, o si los dineros se esfuman en paraísos, o si los ladrones se visten de banqueros o de políticos o de empresarios, de qué.
No le importan las palabras. Donde dije digo, digo Diego. Si te vi, no me acuerdo.
El no miente como otros, miente sin parar. A un pájaro así le hemos comprado un coche que nos ha costado una fortuna y no arranca ni a juramentos como hacen los pollinos.

Don Simplicio va al fútbol a celebrar sus éxitos y los mercados también lo celebran subiéndose a la parra. Lo ven clarísimo con sus explicaciones y con sus actuaciones.
Su claridad parece que se ha contagiado a los comisarios de la UE, al BCE y a la mismísima Deutschland.

Todos ellos están obnubilados por Rajoy, que no se cae del guindo (je, je), y defienden con uñas y dientes la memocracia continental.
Quieren convencer a los griegos de que voten lo que les conviene, sí señor.
Para ello les muestran el camino de salida aunque no quieran y, si eso no es bastante, plantean el corralito al revés. Un auténtico “cordón sanitario”.
El pueblo griego está para esas bromitas.
La expulsión de Grecia o su asfixia financiera sería el fin de Europa.

Es tan obsceno y fascistoide, aunque solo sea utilizar esos argumentos que, si la población europea admite estas presiones desvergonzadas, ha perdido su razón de ser.
El grupo popular europeo, tan claros como nuestros ppatriotas, tiene apego a la democracia y a la negociación, está claro.
Mientras tanto están destrozando país tras país hasta la hecatombe.

¿Alguien se imagina que en Estados Unidos el gobierno federal cargara la ayuda que hiciera a unos bancos californianos a costa del erario público de California que se encuentra en bancarrota?
Eso hace Europa, la Europa “popular-liberal” con algunos otros.

Rajoy merece que pongan a su paso gualdrapas y le echen pétalos desde los balcones, como cuenta bo3 que pedían para el paso del Corpus en el pueblo. Hay que celebrarlo. Optimismo que esto va a durar.

Como dicen los americanos, ¡Dios, cómo amo a este país!

Saludos.

“Quantitative easing”, o lo que es lo mismo, “quantitativen lockerung”.

Es para ver si así se enteran los “enterados”, los “listos” del PP o de las entrañas de las finanzas, de las empresas, de los círculos ideológico-económicos.

Ya sé que lo saben de sobra, porque lo que quieren, en realidad, es “otra cosa”: quieren reducir el Estado, los empleos públicos, los derechos de la población (sanidad, educación, prestaciones sociales, etc, etc), los sueldos de los trabajadores, los ingresos de las clases medias para tener más chupe del bote.

Lo voy a decir de otras maneras: relajación cuantitativa, estímulo monetario, intervención del banco emisor...
Sí, sí... Eso es lo que pide ¡ahora! nuestro presi Rajoy, pero no como él dice.

Él pedía que los cien mil millones se los diera (prestara) el BCE directamente a los bancos españoles que lo necesitaran, en vez de que se canalizara ese rescate, tal como se ha decidido, mediante un “instrumento financiero” de la UE al Estado español. Dirigido a esos bancos, sí, pero computando como deuda (pública), más los intereses como déficit (público). Él ha pretendido hacer creer que los bancos son los responsables ante la UE.

Pues no. Le han dicho que nanay.
Con lo que habrá más recortes.

Lo que hace falta es que el BCE compre directamente al Estado deuda pública en el mercado primario, no en el mercado secundario a los inversores. Nada de eurobonos que tardarían en ponerse en vigor por lo menos meses. Es solo cuestión de cambiar una norma de funcionamiento.

Son trampas de la arquitectura europea: si son los bancos los destinatarios de la ayuda sólo se les da bajo la responsabilidad del Estado, pero si se trata de comprar deuda del Estado no se le puede dar directamente sino a través de los inversores (bancos)

Hay que denunciar estos cambalaches de los halcones del neoliberalismo que tienen como fin exprimir más a la población con el cuento de la austeridad que no se aplican a sí mismos.

Si el BCE compra deuda pública ese dinero no lo tienen que poner los alemanes, ni los holandeses u otros. Que no se hagan los “paganos” de nuestros derroches, que no es verdad.

Se trata darle a la máquina del dinero sin riesgo significativo de inflación, pues no se introduce en el mercado monetario general, aparte de que no es la inflación un riesgo en esta situación contractiva. Lo sabe muy bien Weidman, el gurú de Merkel, presidente del Bundesbank, y también Draghi, presidente del BCE, ese que tiene expresión de hiena, no me extraña.
No digamos Lagarde (directora del FMI), que se despacha de esta manera: “El BCE debería relajar aún más las condiciones monetarias y utilizar, si fuera necesario, medidas poco convencionales”. O también: “reavivar la demanda, poner en marcha otra vez el motor del crecimiento”.
Por no seguir con otros.

Es urgente que el BCE compre deuda pública de los países atacados por los inversores con la excusa de que no se fían y hacen que cualquier recorte sea absorbido por los intereses que ellos reclaman, anulando así los efectos en el reequilibrio que exigen en las cuentas públicas.

Puede hacerlo a coste cero si se graduara la inyección según las circunstancias. También al mismo coste (1%) que ha puesto todo lo que ha dejado a los bancos. Si no, al 2%, que ya es más que lo que paga Alemania a los inversores. Me refiero a los bonos a diez años, que son los que se utilizan como referencia. El resto de la deuda pública de manera consecuente.

El objetivo sería reducir la especulación y la desconfianza a la nada , hasta que los inversores pasen por el aro en las mismas condiciones, si es que quieren invertir. No se puede admitir que los estados paguen para financiarse más del 2-3 % en la deuda a largo plazo. A un estado en dificultades no se le pueden poner más dificultades para solucionarlas.

Lo que no se puede admitir es que se induzca y se encargue la corrección de los desequilibrios a los mismos tramposos que los produjeron, como va a ocurrir en Grecia y ya ha ocurrido en España. Pero ocurre que los tramposos, aunque no se fían de sus congéneres, solo se defienden entre ellos.

Esa tranquilidad respecto a la estabilidad de los estados no sólo serviría para evitar los recortes que dicen que son necesarios (que no lo son, sino todo lo contrario), sino que servirá para equilibrar las cuentas públicas al no contraer la economía por la reducción de la actividad y por el miedo inducido en el conjunto de la población. Hay que dar confianza a la población, no a los mercados financieros. Tendría muchos más efectos beneficiosos en los bancos, en las empresas y en los hogares.
Para evitar que haya un uso indebido o excesivo de los recursos debería haber unos controles permanentes a las administraciones, tal como se ha establecido ahora por esos organismos.

La realidad actual es que quienes están provocando la crisis son el gobierno conservador de Alemania, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, principalmente, que están trufados de “técnicos” ultraliberales que imponen un liberalismo de la ley del embudo, de liberales que son.

Oigo que el gobierno español se apunta hoy a estas “ideas”. Es que ven en peligro su posición en las poltronas, de la misma manera que los alcaldes de esta comarca reclaman a Esperanza Aguirre que no ponga peaje a la autovía que viene de Madrid, porque está en peligro su posición en el futuro. Elecciones mandan. La población de la comarca se lo tendría muy en cuenta al PP en adelante.

Estamos a punto de la quiebra del país, con la deuda a más del 7 %. Otro récord del PP que presentarán como un éxito.

A ver si hay por ahí algún economista o simplemente aficionado, que los hay, que se anime a poner “peros”.