Colmenar de Oreja - Madrid

Me dieron los moritos de LA CAÑADA REAL que con un par de congojos cada uno, y en su sitio, se defendieron de una injusticia que tiraba al suelo una chabola cuando hay hasta hoteles de doscientas habitaciones unos metros mas allá. Yo vi en este pueblo una situación similar y detecté la indefensión, la impotencia de ver que a su alrededor había casos más indignantes que el suyo. Alguien vendrá de fuera que te enseñará como se defiende lo que los de dentro te atropellan ESTO ES IGUALDAD, DEMOCRACIA Y PODER de los que están en el machito, que somos nosotros, pero montados. VALIENTES