Cenicientos - Madrid

La política de Esperanza Aguirre: nos vuelve al siglo XIX. Y ayer Mariano Rajao ha dicho que no quiere liberales, estoy de acuerdo, por que hay muchos antecedente. Que probablemente no sean los que pasan por la cabeza de Mariano. Recordemos:

Sumergirnos en el deprimente siglo XIX español significa reencontrarnos con la política de Esperanza Aguirre y de la “Brunete mediática” en su palpitar más puro.
España, que había soportado con resignación de buey el feudalismo, el derecho de pernada, las torturas de la inquisición y las hambrunas, se unió para alzarse contra la Ilustración, la ciencia y el avance. Al grito de “vivan las caenas” se aclamó a Fernando VII, aquel felón indeseable y fofo.

Al glorioso Rafael de Riego, restaurador de las libertades de Cádiz, se le acaba ahorcando en la Plaza de la Cebada. Amadeo de Saboya, demócrata y amante del progreso y las artes, tiene que marcharse exclamando: “…todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra, agravan y perpetúan los males de la nación son españoles”. Unos tarados de grotescas boinas rojas, los carlistas, provocan varias guerras civiles al grito de “Dios y fueros”, en demanda de una vuelta “a la fe católica más pura”, entre otras sandeces. Algunos hombres, pocos, como Espartero, Mendizábal, Manuel Becerra, Claudio Moyano, Salmerón, etc lucen como pepitas de oro entre el inmenso cenagal de aquella nación podrida de fanatismo y desigualdad.

Sorprendentemente, pretenden representar el progreso quienes ahora han concurrido a manifestaciones de la mano de los obispos, aquellos que hostigan las clínicas abortistas, los que crucificaron al doctor Montes y su equipo con denuncias anónimas y falsas, la caverna que se niega a condenar la dictadura franquista con sus centenares de miles de asesinados, los que arremeten contra gays y lesbianas a base de alegorías frutícolas, quienes niegan el derecho a morir con dignidad, los que acusan a los inmigrantes de colapsar la sanidad, quienes apoyan a la iglesia católica reiteradamente condenada en los tribunales por vulnerar los derechos de los trabajadores…

Sin embargo, todo esto es poco ante la colosal estafa y vuelta al siglo XIX que significa el ideario neoliberal de Esperanza Aguirre. Miles de millones de dinero de nuestros impuestos se destinan a la construcción de hospitales, escuelas, etc para que particulares y empresas se lucren con su explotación. Nada recuerda más el atraso secular español. Aquella época funesta en la cual entre todos pagaban las alcaldías, concejalías, cabildos y diputaciones y luego se entregaba a particulares para que las “gestionaran”.

Con las recetas neoliberales de Esperanza Aguirre volvemos a un sistema similar: los servicios públicos los pagamos entre todos, los construimos entre todos, los mantenemos entre todos… pero unos particulares harán negocio con lo que nosotros compramos y mantenemos. Sanidad para quien pueda sufragarse una póliza como en EEUU, educación de calidad para quien pueda llevar a sus hijos a colegios privados, seguridad para quien pueda pagársela. La desigualdad social en su jugo. Todo ello bien macerado en “Roucomanía”… el retorno al siglo XIX está servido en nuestra Comunidad,o haremos algo. Hasta otra.

Amigo Abrego,no puedo por mas que decirte despues de la lectura de tu manifiesto,que nunca nadie escribio con tanta razon,cabeza y sapienza.Vaya mi enorabuena y mi ayuda cuando creas necesario.

Esperamos con ansia el momento en que la inefable ESPECULACION AGUIRRE dé la cara por fín,y se presente en la política nacional,a ver si se escuerna,y de paso hace un favor al resto del país.Porque nadie cree que esta ultraliberal,o hablando llanamente explotadora,se va a comer nada,al contrario una vez que la conozcan en toda España,la van a dar el mismo castigo que a Rajoy.Esta elementa no ha hecho otra cosa en su vida que privatizar,o sea si hay ganancias para mí,si hay pérdidas que las pague el Estado.En eso consiste la mierda del liberalismo,aquí y en Sebastopol.
¡¡¡VETE YA ESPECULADORA,Y TODOS TUS SECUACES DE LA COMUNIDAD DE MADRID!!!.

Creo alanis, que la partida de ajedrez dentro del PP, es iniciada por Esperanza Aguirre con un gambito de dama, apertura que consiste en el sacrificio inicial de una pieza (recuperable en cualquier momento) para ganar en posición estratégica. La pieza sacrificada es- en principio- su candidatura a presidir el PP en el congreso de junio, y la estrategia, estar preparada y disponible si los resultados electorales de las próximas citas- País Vasco, Galicia, Cataluña y Europeas- especialmente difíciles para la derecha, dan por tierra el débil liderazgo de Rajoy.

España es el único país europeo donde las diferentes ideologías de derecha conviven en un único partido. No es la primera vez, en la reciente historia democrática lo hicieron en la UCD, hasta su voladura en 1981.

Conservadores, democristianos y liberales se constituyeron en partidos independientes en la legislatura 1986/89, el Partido Liberal de José Antonio Segurado, Demócratas Cristianos de Oscar Alzaga y Alianza Popular de Manuel Fraga, hasta la refundación de éste último en 1989 que los unificó bajo las siglas de PP. Hasta ahora.

La estructura presidencialista de los populares, mientras tuvo un liderazgo fuerte y autoritario, permitió mantenerlos unidos (Fraga primero y Aznar después), la fugaz etapa de Hernández Mancha y el reaparecido Arturo García Tizón terminó con Fraga recuperando la presidencia. No está todo dicho con Rajoy de presidente y Aznar-por ahora-en la trastienda.

Si la lideresa Aguirre opta por no presentar candidatura alternativa en junio, no lo será por falta de avales. Es verdad que algunos de los máximos dirigentes regionales del PP dieron su apoyo a Rajoy, (Camps, Arenas, Valcárcel, Núñez Feijoo, Sirera) pero no es menos cierto que el voto es individual, y estos, dentro de sus comunidades, no son tan homogéneos como aparentan.

¿Qué pasa con el pecio del zaplanismo en Valencia y Alicante? ¿Y Carlos Fabra, “jefe de la familia” en Castellón, cuya hija está casada con Juan José Güemes, uno de los consejeros mas pelotas del Gobierno de Esperanza Aguirre? En Andalucía ¿piensa la portavoz parlamentaria Esperanza Oña lo mismo que su jefe? En el congreso del PP gallego se presentaron tres listas aparte de la de Núñez Feijoo ¿apoyan todos a Rajoy? ¿Y Cataluña? Sirera ya tiene rivales internos, Montserrat Nebrera por un lado, los hermanos Fernández Díaz por otro y Alejo Vidal Quadras por libre, ¿piensan todos igual? Maria Dolores de Cospedal, ex consejera del Gobierno Aguirre, preside el PP en Castilla La Mancha. Jaime Mayor Oreja, cabeza del sector democristiano con gran influencia en el PP del País Vasco, con antiguos y nuevos enfrentamientos con Rajoy (era uno de los candidatos a suceder a Aznar y en las últimas elecciones no vio cumplido su deseo de volver a la política nacional encabezando las listas por Toledo) ¿a quién apoyaría?

Conseguir 600 avales no sería difícil para Aguirre, ganar el congreso es otra cosa, el aparato es muy poderoso y el único antecedente de dos listas en un partido autoritario, Hernández Mancha contra Miguel Herrero de Miñón, se saldó con este último derrotado y alejado de la política activa. Este riesgo no lo necesita correr la lideresa, le basta con esperar acontecimientos. Entonces es posible y probable, que Rajoy opte por la defensa siciliana. Hasta otra.

Inteligente análisis el de abrego, aderezado además por unas cuantas metáforas ajedercísticas.
Yo creo que Aguirre, como ella misma ha señalado, es más de mus y de póker (juegos típicamente de engaño), y coincido en que su táctica s más a medio plazo.
Rajoy es un candidato que ha perdido ya dos elecciones y ha demostrado ser un lider débil, que aunque pueda resultar ganador (o elgido sin oposición) en junio posiblemente se vea presionado a presidir su retirada y en ese tapete es donde se juega la partida. Aguirre puede estar jugando de farol, o llevar realmente buenas cartas.
El hecho de vivir en Madrid (territorio apache, según proclama la programación de la televisión de la presidenta) me impide visualizar su mano, ya que resulta evidente que fuera de esta comunidad hay vida...y otra visión de la política.