Cadalso de los Vidrios - Madrid

DOLOR DE AMOR

Te mueres de vieja abuela, pero mi dolor no diferencia edades. Mi dolor es por recordar todo el amor y cariño que derramaste a lo largo de mi vida. La pena me atenaza al recordar mi niñez y aquellas noches frías en tu casa de San Antón, donde nací, oyendo el silbido del aire y escuchando caer la lluvia sobre las tejas que sostenían unas vigas de madera descolocadas y carcomidas, que dejaban paso libre al duro frío cadalseño. El viento me atenazaba el ánimo y yo medía su intensidad por el movimiento de unos visillos que tapaban un ventanuco sin cristal, que estaba justo enfrente de la puerta de la calle. Dormíamos arriba y hablábamos largos ratos hasta caer vencidos por el sueño, tú antes que yo debido a tu trabajo agotador. Recuerdo que te preguntaba si después de muertos volvíamos a nacer de nuevo. Tú con incredulidad disimulada respondías: "¡Ojalá, que Dios quisiera..!"

Cuando me veías los zapatos sucios, rauda hacías que me los quitara y amorosa y suavemente los frotabas hasta sacarlos brillo. Las primeras caricias con la palma de tu mano y los primeros besos de cada nochevieja, que ya comenzaba a ser nueva, eran los tuyos. Cuando me sentaba a tu lado acariciabas con ilimitada ternura mi mano y me mirabas a los ojos y sólo acertabas a decir con gran cariño: "Migue, Migue..." Sin darme cuenta te ibas haciendo vieja en invierno junto a la lumbre con miles de recuerdos trepando por tu mente. Evoco ahora mis llamadas desde Argelia, le decía a mi madre que te pusieras al teléfono para que pudiera recordar tu voz, el miedo desconocido que sentías hacia el aparato y la emoción que te producían mis palabras, acababan superándote y rompías a llorar en silencio, como siempre me gustó que llorasen las personas que quiero.

El otro día oí a través del teléfono los gritos implorantes que lanzabas a esta vida ingrata. Era tu despedida definitiva. Comenzabas a ser un paisaje roto que desaparecía de los lugares que más habías querido. Abuela, eres un amor trocado en dolor. Es tan sutil la línea divisoria. Con cada ser querido se va algo mío y me dejan sus recuerdos que desgranará mi mente en cualquier momento, en cualquier lugar, mientras siento que mi desamparo se va haciendo más alargado y desolador.

No se quién eres y no soy cadalseño; pero con tus palabras has hecho mío tu dolor. Toda perdida de un ser querido provoca en nosotros todo lo que tus palabras,(algunas no dichas) nos han explicado. Mientras recordemos, su legado de cariño, de obras, de olores... de todo su ser, estará vivo entre nosotros. Ánimo. Siempre la sentiras acariciarte, porque ella estará siempre ahí contigo.

Gracias "cala2", por las caricias con las que nos obsequias a todos...

Yo si sé quien eres y, quizas por eso me siento tan identificado con tus escritos y añoranzas. Yo, al igual que tu, añoro y recordare siempre a mi "agüelo", el me enseño todo lo que se debe saber sobre la vida, porque el era un hombre como los de antes: "cabal y bueno donde los haiga".
Un fuerte abrazo.

Eso, eso... Dónde los "haiga" y "bujero". Y les llamaban "paletos" por usar estas palabras. ¿Se fija alguien ahora como se escribe y se habla? Y lo peor es que se creen más cultos porque inventan "palabros" absurdos. Cómo cambia todo...