Adiós, Fernando Acabo de conocer la muerte, prematura y rápida, de un buen hombre y gran persona, Fernando, "Pie duro" para los amigos, de cuya mortal enfermedad supe, por casualidad, durante las pasadas Fiestas a través del relato de su hermano que, descolorado y desconsolado, me habló de su sorprendente enfermedad. Me quedé de piedra, le había visto en Agosto, como casi siempre, en su Vespino y parapetado bajo su casco de color rojo dibujando, como preludio de su afable saludo, su sonrisa afable, tímida y sincera, sin atisbo alguno de que esa iba a ser nuestro último Adiós. Ahora, impotente, desolado y en la distancia echo de menos no poder acercarme a rendirle mi despedida, a revivir junto a el, ya descansando de sus sufrimientos, todos los buenos momentos que vivimos juntos, en Cadalso y en Medrid, nuestras conversaciones sinceras, nuestra Amistad, en definitiva, a salvo del tiempo, la distancia y los avatares de la vida. Descansa en Paz, amigo Fernando, seguiré, cuando escuche un Vespino, buscando tu sonrisa y echando de menos tu saludo. Un abrazo, emocionado, allá dónde estés. Balta |