Aranjuez - Madrid

En declaraciones a los medios de comunicación después de participar en la presentación del anuario 2012 'El español en el mundo', el ministro ha indicado que ascienden a 105 los españoles residentes en Malí, que se encuentran en su totalidad en la zona sur del país que todavía controlan las autoridades malienses, la mayoría de ellos en Bamako.

El encargado de negocios en la legación se mantiene en "permanente contacto" con ellos, de manera que España, en colaboración con Francia, que ha desplegado un batallón en Bamako, hará "lo imposible" por asegurar su protección.

Desde el pasado 14 de diciembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación recomienda a los españoles que abandonen el país si su presencia no es indispensable.

García-Margallo ha reiterado que España está dispuesta a enviar instructores a Malí para formar a los miembros del Ejército local, como aportación a una misión europea de entrenamiento aprobada recientemente.

También estaría dispuesta a prestar "apoyo logístico" a las tropas africanas sobre el terreno. Fuentes diplomáticas han indicado que, si Francia lo pide, se podría enviar un avión de transporte para facilitar el traslado de tropas de una zona a otra.

No obstante, desde el Ministerio de Defensa español se advierte de que por el momento España no se plantea participar en la operación lanzada por Francia, si bien sigue comprometida con la misión de formación europea del Ejército maliense.

EN DIÁLOGO CON LA UE

Sea como sea, el ministro ha subrayado que cualquier decisión que adopte España lo hará en diálogo con el resto de sus socios europeos.

España ha manifestado su apoyo a la operación militar francesa, que se precipitó el viernes ante el avance hacia el sur de las fuerzas yihadistas que controlan el norte del país, un territorio mayor que Francia.

El dominio de estos grupos sobre el norte de Malí "pone en riesgo no solo a todos los países de la región, sino también los intereses europeos y españoles", ha alertado el ministro.

CONTINUAR HASTA EL FIN O NEGOCIAR

En opinión de García-Margallo, ahora habrá que discutir si la operación lanzada por Francia debe pararse en algún momento para permitir la negociación con los grupos rebeldes o si debe proseguir "hasta el final" porque se considera "agotada" la vía de la negociación.

Tras reconocer que no es lo mismo negociar con el enemigo si éste está "recluido en el norte" que si está "a las puertas de Bamako", ha explicado que Argelia, con cuyo Gobierno España celebró el jueves una cumbre bilateral, era partidaria de retrasar al máximo la intervención militar y primar la negociación.

Argelia apostaba por consolidar al Gobierno institucional maliense, que solo controla el sur del país, para que pudiera entrar en negociaciones con algunos de los grupos rebeldes del norte.

En esas negociaciones se podría contar con el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad, movimiento independentista tuareg que, según el ministro, "aceptaría unirse en la lucha contra el terror a cambio de una autonomía en el norte de Malí" que respetara la integridad territorial del país.

Entre los "enemigos claros" el ministro ha citado a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y al Movimiento para la Unidad y la Yihad en Africa Occidental (MUYAO), mientras que ha indicado que sobrevuela la "duda" sobre si se puede negociar o no con Ansar Dine.

Algunos países consideran a este último grupo como un movimiento yihadista, mientras que Argelia cree que solo pretende una cierta autonomía, una mayor participación de la población del norte en el Gobierno de un eventual Malí unido, y la asunción de la ley islámica como "una de las fuentes del derecho", no la única, ha explicado.