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«El ajuste es más difícil de lo que pensábamos, pero no hay otro camino»
El presidente del Congreso cree que el Gobierno de Rajoy cumple con el mandato de las urnas y tacha de «oportunista» la oposición de Rubalcaba
mariano callejamarianocalleja / madrid
Día 29/07/2012 - 16.56h
«El ajuste es más difícil de lo que pensábamos, pero no hay otro camino»
ernesto agudo
El presidente del Congreso, Jesus Posada, en un momento de la entrevista
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Jesús Posada (Soria, 1945) ha visitado esta semana la Casa de ABC, el periódico que ya leía en 1968 cuando, según recuerda, pasaba sus vacaciones en Ibiza. Entonces se trasladaba todos los días a un pueblo cercano para comprar ABC y leerlo después, de la primera a la última línea, en la playa. Sigue siendo un «fan» del papel y de la tinta, a pesar de que las tabletas se han impuesto en el Congreso, que dedica un presupuesto cercano a los 500.000 euros para dotar a los diputados de las últimas tecnologías.

Posada defiende a los parlamentarios y su trabajo, no los considera privilegiados y asegura que ni siquiera están bien pagados, si se compara con el resto de la Unión Europea. Con el mismo énfasis, da la cara por las medidas que está aprobando el Gobierno de Rajoy con el fin de sacar a España de la crisis económica, y critica la escasa responsabilidad que está demostrando la oposición de Alfredo Pérez Rubalcaba: «Es oportunista», sentencia.

-¿Estamos tan mal como parece o algunos exageran?

-Es indudable que estamos en una situación muy difícil, sería tonto negarlo. Hay dificultades objetivas, importantes, muchas de ellas fuera de nuestras fronteras y otras internas. Pero yo creo que no estamos tan mal, y sobre todo estamos en un camino de esperanza. Estamos quizás en la peor parte de ese camino y eso hace que todo el mundo y con razón se fije en los aspectos negativos, que existen de hecho. Pero estamos por un camino de futuro.
«El PP tiene una mayoría absoluta que le obliga a tomar unas medidas y no puede abdicar de ese camino de reformas»
-¿Cree que el rescate de España será inevitable?

-Yo no veo el rescate. Además, es un término impreciso. España tiene unas dificultades de financiación, un sistema financiero que necesita ser reconstruido para que pueda colaborar a crear empleo y al crecimiento. Hay unas facilidades crediticias que tenemos en este momento para la banca, con unas condiciones. Y cuando se habla del rescate de las autonomías, lo que hay son unas dificultades de liquidez muy grandes en algunas comunidades. La administración central les da la oportunidad de superar esas dificultades. Por eso quiero rebajar la idea de rescate. Y desde luego un rescate como el de Grecia, sinceramente, no lo veo.

-¿Las comunidades son ahora mismo el principal problema que tiene España para reducir el déficit?

-La visión que se tiene en el exterior de las comunidades puede perjudicar la imagen de potencia financiera de España, pero las comunidades no son el problema, forman parte de la Administración del Estado. Han sido muy provechosas en muchos aspectos, materiales y de identificación cultural y política. Pero ahora mismo hay problemas lógicos después de 30 años. Hay duplicidades, indudablemente, que hay que eliminar, y hay que lograr una imagen más saneada. Pero en modo alguno se puede decir que son el problema y que la solución es suprimirlas. Eso es una simpleza que no comparto.

-¿Pero hay que reformar el Estado de las Autonomías? ¿Sobra alguna Comunidad?

-Soy partidario de mantener el Estado como está. Las comunidades se han afianzado y representan para cada uno de los ciudadanos un nivel de autogobierno que ha sido satisfactorio. Sí es verdad que hay gastos que se han hecho, competencias que se han asumido que han llevado a situaciones económicas muy malas, que hay que corregir. Por tanto, corregir la situación general de las comunidades, sí, pero de acuerdo con las propias comunidades y para lograr una situación mejor. Pero supresión, no.

-De todas formas, no negará que aquí se ha despilfarrado mucho.

-Se ha gastado mucho en cosas que no se debió haber gastado. Pero hay que juzgar cómo se tomaron aquellas decisiones, qué circunstancias había, qué impulsos había en la población. Pero sí, es cierto que se hicieron gastos que quizás nunca debieron haberse acometido.

-El Gobierno ha aprobado un ajuste durísimo con recortes nunca vistos. ¿Se podía haber hecho otra cosa, hay otro camino alternativo?

-No hay más camino que este. El año pasado gastamos 90.000 millones más de lo que ingresamos. Esa es una situación absolutamente inviable. Aumenta nuestra deuda y volvemos a pedir dinero a los mercados para financiar ese desfase. Por ese camino no podíamos seguir, hay que ir a una consolidación fiscal, aumentar ingresos y reducir gastos. Es una situación que obliga a tomar decisiones que son dolorosas, pero es el único camino.

-A veces parece que la situación está fuera de control y que el Gobierno no puede hacer más. ¿Cree que Rajoy controla la situación o ya no depende de él?

-No, es una idea que no suscribo. No podemos decir que no podemos hacer más. Nos hemos marcado una senda de ahorro, de reformas estructurales, para ser más competitivos. Y tenemos que seguir por ese camino. También es cierto que nosotros solos no podemos darle la vuelta a la situación, necesitamos ayuda. Por eso es tan importante que España forme parte de la UE, del euro, porque necesitamos su ayuda en este momento y nos la están dando.

-Las encuestas reflejan un desgaste acusado del PP. ¿Cómo lo ve?

-Tenemos un mandato que nos ha dado el pueblo español, con una mayoría absoluta holgada para hacer una serie de tareas que sabíamos que no eran fáciles. Quizás no sabíamos que las medidas iban a ser tan difíciles, pero sabíamos el camino, lo marcamos, y por ahí tenemos que seguir porque no hay otro. El Gobierno tiene que tener en cuenta que está elegido por cuatro años para llevar a cabo una tarea, y su mayor responsabilidad es esa. Ahora, es lógico que las personas afectadas directamente por los sacrificios muestren un cierto desencanto, repulsión a las medidas que se toman.

-¿Y a qué atribuye el estancamiento del PSOE?

-Lo achaco a dos cosas: la mayoría de los ciudadanos tiene interiorizado que el camino es este, doloroso, pero es este. El PSOE, si quiere plantearse ser un partido de gobierno, tiene que abandonar el oportunismo de aprovechar cualquier medida para crear dificultades al Gobierno. Estamos actuando con lo que nos hemos encontrado.

-La famosa «herencia envenenada».

-Cuando hablamos de la herencia recibida no le gusta nada a la bancada socialista, que siempre protesta, pero es que es la verdad. Todo lo que se está haciendo es por la herencia recibida. Esto no se ha puesto así en los últimos tres meses.

-¿Ve una oposición responsable, constructiva y útil, como la define el propio Rubalcaba?

-Pues no, no la veo, sinceramente, por ese camino. En algunos casos sí lo ha estado, por ejemplo en su actuación ante la Unión Europea. Pero en otros temas, no. Lo que no se puede es insistir en el caso concreto de un recorte que afecta a determinados colectivos. Ya sabemos que cada recorte afecta a un colectivo. Pero hay que ir a la raíz del asunto. Ahí veo una actitud oportunista.

-¿Le parece legítimo que se tomen medidas que no estaban en el programa electoral?

-Es un tema que tiene importancia. La propuesta global que hizo el PP era sacar España adelante, por este camino de consolidación fiscal, de reformas estructurales y de nuevo impulso de la economía española. Es verdad que se están tomando medidas que en ese momento pensábamos que no serían necesarias. Pero las estamos tomando porque ahora sí lo son y con un carácter temporal, como la subida del IRPF.

-¿El Gobierno y el PP están perdiendo el apoyo de la calle?

-La calle refleja esto que estamos diciendo. Muchas personas ven que su entorno inmediato sufre recortes y el paro no mejora. Una situación que no gusta y lo manifiestan. Toca hacer reformas, cambiar y preparar el futuro. Es un momento difícil, y no me sorprende que en la calle haya un cierto enfado.

-Algunos afirman que el Gobierno está «solo». Eso sí, con 185 diputados detrás. ¿Se sienten solos?

-Solo con 185 diputados no se está. Se está en una situación de mayoría, cumpliendo lo que el pueblo español quiere. Es cierto que aunque se tenga mayoría absoluta es muy necesario sumar a otros grupos a cada una de las decisiones que se toman, y el Gobierno lo está haciendo. Pero 185 no es estar solo.

-Usted, que fue ministro de Administraciones Públicas, conoce bien a los funcionarios. Se les critica mucho desde una parte de la sociedad, que los ven como privilegiados. ¿Ve justo que se les suprima la paga de Navidad?

-Yo soy funcionario desde hace muchos años y los comprendo, pero también comprendo al resto de ciudadanos. Desde hace muchos años se ha creado una imagen que en algunas aspectos es errónea al considerar que la función pública es una situación de privilegio de gente que trabaja poco y tiene el sueldo fijo. En parte los partidos han contribuido a esa imagen, sobre todo el PSOE por estar gobernando en los últimos años, al colocar a dedo a muchas personas por motivos políticos. Eso ha perjudicado la imagen de los funcionarios. Desde su punto de vista, comprendo su enfado porque les quitan una paga, y ya tuvieron un retroceso hace dos años. Pero confío mucho en ellos porque saben por qué se hacen las cosas.

-¿Sobran funcionarios en España?

-No me parece que haya un número excesivo de funcionarios por oposición. Es probable que no estén bien distribuidos, y que haya sitios donde son necesarios y no hay suficientes y otros en cambio donde sobran y a lo mejor por eso trabajan menos. Otra cosa son los empleados de las empresas públicas que no tienen una función clara.

-¿Echa en falta un pacto de Estado para salir de la crisis?

-No veo factible un pacto de Estado con carácter general. El PP tiene una mayoría absoluta que le obliga a tomar unas medidas y no puede abdicar de ese camino de reformas y de consolidación fiscal. El PSOE está recomponiéndose en la oposición, y no es fácil hacer un pacto con ellos. Por tanto, no veo un pacto global. Pero sí creo que son muy necesarios pactos parciales. En una situación como esta los pactos facilitan mucho que los ciudadanos comprendan que estamos haciendo lo que hay que hacer.