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El cine español busca una salida a la crisis en las películas ‘low cost’
Hoy, 06:00 h. | Julio Vallejo | aviondepapel.tv

'El mundo es nuestro', 'Carmina o revienta', 'Desechos' o 'Diamond Flash' están hermanadas por su reducido presupuesto. La mayoría comparten su escasa o nula presencia en salas, el uso de internet como arma de promoción y exhibición, así como una financiación a través de `crowdfunding´ o de la aportación directa de los propios cineastas. ¿Estamos ante un nuevo fenómeno del cine independiente? Parece que sí.
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Foto de Fernando Tejero y Adrià Collado en `Desechos´

Fernando Tejero y Adrià Collado en un fotograma de la película `Desechos´.

La repercusión de Carmina o revienta, el debut en el largometraje de Paco León, demuestra que las reglas del juego están cambiando dentro de las películas españolas.

Con un presupuesto de 100.000 euros, irrisorio para un largometraje comercial, el intérprete ha realizado una cinta enormemente personal a medio camino entre el documental y la ficción, que se ha estrenado simultáneamente en salas, deuvedé e internet. Más de 60.000 personas la han visto en sus primeros días de exhibición.

Es solo un ejemplo de todo un grupo de cineastas que apuesta por películas rabiosamente personales, financiadas con escasos medios y distribuidas sin pasar necesariamente por los cines.

Cineastas ‘low cost’
La proliferación de largometrajes de bajo presupuesto en España ha propiciado el nacimiento de un certamen dedicado a este tipo de cintas. Cine Low Cost, celebrado en Barcelona, sirvió para reunir a directores vinculados de una u otra manera a esta nueva tendencia, como Carlos Vermut, Juan Cavestany o Nacho Vigalondo, entre otros.

El escritor Miqui Otero, conocido por su labor como agitador cultural, y la periodista Desirée de Fez organizaron las jornadas bajo un decálogo que resumía algunas de las características del movimiento y servía de peculiar manifiesto.

La declaración de intenciones deja patente la apuesta de estas producciones low cost por un cine de autor basado en unos guiones donde los diálogos son los protagonistas.

El texto pone de manifiesto el alejamiento de los filmes de bajo presupuesto de las películas comerciales y su apoyo a los modos de exhibición online ante la dificultad de estrenar en salas.

El decálogo deja claro también el rechazo de los autores de estas cintas a la opulencia y el artificio en consonancia con la época de crisis, el apoyo a la utilización de las redes sociales para conseguir un nicho de seguidores o el uso del humor “como nexo de unión del trabajo de estos autores, utilizado como arma para negociar con la miseria económica y moral”.

¿La mejor película española de 2012?
Uno de los participantes en las jornadas, Carlos Vermut, se ha convertido en el principal estandarte de este particular corriente del cine independiente español. Formado en el campo del cómic y la ilustración, el madrileño ha dirigido Diamond Flash, un debut en el largometraje que ha recibido elogiosas críticas de la prensa especializada.

Vermut agrupa temas tan aparentemente dispares como el maltrato de género o los superhéroes, en una cinta que sigue los pasos de cinco mujeres. Dispuesto a realizar una obra totalmente personal, el madrileño se ha encargado él mismo de varias tareas técnicas y ha financiado de su propio bolsillo los 25.000 euros de presupuesto.

Diamond Flash es una película inclasificable que se ha convertido en una perla de obligada visión para todo cinéfilo inquieto. El director ha renunciado a estrenarla en salas para optar por la exhibición a través de Filmin.es, la plataforma online de cine independiente.

Robos de bajo presupuesto
Lejos de la radicalidad de Vermut y otros autores del cine low cost, Alfonso Sánchez ha sacado adelante la comedia El mundo es nuestro con poco dinero. Lo ha hecho con ayuda del equipo técnico y artístico y a la financiación crowdfunding, que les ha permitido obtener parte del dinero a través de donación por internet. Así, esta cinta de culto nos cuenta las divertidas peripecias de dos atracadores “canis” que deciden asaltar un banco.

El robo es también el tema sobre el que gira Desechos, el último filme de David Marqués, que se estrena el 20 de julio. Definida por sus responsables como una de las películas más baratas del cine español, el largometraje cuenta la historia de tres perdedores que planean el golpe que les sacará de su precariedad.

El cineasta ibicenco ha podido rodar de manera económica gracias a un reducidísimo equipo técnico y a un reparto, encabezado por actores como Adrià Collado, Fernando Tejero o Guillermo Toledo, quienes han trabajado totalmente gratis.

Más admirable resulta que haya incluso películas de género fantástico que salgan adelante con escasos medios y una estimable calidad técnica. El ejemplo más claro es la todavía inédita El cosmonauta, una cinta de ciencia-ficción dirigida por Nicolás Alcalá, financiada mediante crowdfunding y la venta de merchandising.

Son un puñado de ejemplos de pequeñas producciones que hacen de la necesidad virtud. Definitivamente, algo está cambiando en el cine español más independiente y creativo.