Centro Penitenciario de Lugo -monterroso - Lugo

13/06/2012 06:00 | Quique Peinado

Se llaman Shabiha (Fantasma), son descomunales montañas de músculo y aterrorizan a Siria protegidos por Bashar al Asad. Se tatúan su efigie en sus voluminosos cuerpos y hacen lo que sea por defenderlo. Son el éjército del horror del dictador.
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Foto de Agresividad y malas pulgas
Foto de Su atuendo es de calle, aunque también utilizan ropa militar
Foto de Tratan de intimidar con un aspecto amenazador
Foto de Su posición en el régimen le permite no tener que esconder sus privilegios
Foto de Entre sus tatuajes se pueden encontrar imágenes del dictador
Foto de Funcionan como una mafia, extorsionando y matando
Foto de Tratan de intimidar a través de sus fotografías
Foto de Cada uno de ellos recibe 150€ al día por amedrentar a la población
Foto de No dudan en posar con sus armas
Foto de Amenazadores, poseen armas que no dudan en mostrar

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Agresividad y malas pulgas
Su atuendo es de calle, aunque también utilizan ropa militar
Tratan de intimidar con un aspecto amenazador
Su posición en el régimen le permite no tener que esconder sus privilegios
Entre sus tatuajes se pueden encontrar imágenes del dictador
Funcionan como una mafia, extorsionando y matando
Tratan de intimidar a través de sus fotografías
Cada uno de ellos recibe 150€ al día por amedrentar a la población
No dudan en posar con sus armas
Amenazadores, poseen armas que no dudan en mostrar

El ejército de maniacos hinchados de esteroides que aterroriza Siria
Agresividad y malas pulgas

13/06/2012 06:00
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"Eran como monstruos. Tenían unos músculos descomunales, con barriga y una gran barba. Grandísimos, daban miedo, y tomaban esteroides. Lo que los hace temibles es su combinación de fuerza bruta y fidelidad ciega al régimen". Habla al 'Daily Telegraph' el doctor Musab Azaui, un hombre que ha estado en contacto directo con los tipos que tienen aterrorizado a Siria: los Shahiba ('fantasma' en árabe), una milicia de gigantes musculados fieles al dictador Bashar al Asad.
Según la prensa británica, se les acusa -aunque no dicen quién lo hace- de participar en la matanza de Hula (109 muertos, 49 de ellos niños) y de ajusticiar a 12 trabajadores en Quasyr. Van con AK 47 y machetes haciendo el trabajo sucio de Al Asad. Están armados hasta los dientes y les pagan una fortuna en Siria: unos 150 euros diarios. Según una fuente citada por el 'Daily Mail', "su misión es aterrorizar a la población civil".

Los Shabiha muestran su fidelidad a Al Asad con tatuajes de su efigie y una actitud imparable. "Parten brazos y piernas. Lucharían por Bashar hasta la muerte. Es natural, tienen que defender el alauismo", dice Selma, una mujer siria que cita el 'Telegraph' y que dice tener primos entre los Shabiha. El alauismo es la secta islámica a la que pertenecen los Al Asad.

Lo cierto es que los Shabiha no se esconden. Tienen una página en Facebook donde exhiben su fiero aspecto, sus elementos más musculosos. No tienen por qué esconderse, porque les protege el régimen. Ellos matarían por el dictador. Y el dictador sabe que los necesita para aterrorizar a la gente.