Villar de Acero - Leon

toño
villar de acero

Edén que no está ya perdido y mudo; ya entre montañas y entre ríos llega la voz de algún minero a la Internet.

Esos mineros recios que en su día tornaron de la claustrofobia oscura para cantar castaños y molinos y recordar cantos redondos, bolos astures del cercano Barreal.
En tanto haya nativos que aún no olviden -aunque hoy vivan en aglomeraciones- entroidos panderetas y romances cantados para el pueblo genuino por Jesusa Gonzalo Arturo Alfredo, artífices del genio popular...
En tanto haya memoria de muiñeiras, del sudor del labriego de Villar, del balar de las cabras por las campas, del sonar del teléfono eclesial...
No habrá en mi bella aldea otros fantasmas que las modernas Heydis que se acerquen ignorando el autárquuico pasado de las heróicas majas, las galochas, la parva matinal y la guadaña, el centeno y el tórrido toucín...

Los filandones a la luz del ganzo los garbanzos diarios del Entralgo la autóctona cultura en fin: la vida valiosa por no fácil, no la muelle que lleve cualquier Heydi de ciudad.
Mi aldea que es tu pueblo tiene ángulos para mirarla y admirarla en serio y nunca llegará a pueblo fantasma mientras exista el agua en el Noguedo mientras...¡y tantas, tantas cosas más!...

Y mientras haya corazones vírgenes como algunos Poncelas y Gutiérrez que no renieguen de su humilde origen... Libre de sombras ¡seguirá Villar!