Villamizar - León

Que bonita imagen del pueblo, desde la torre. La nevada no es muy pronunciada pero suficiente para dar ese color puro y limpio tan atractivo. ¿Es reciente o del año pasado?

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Es de hace unos años, este año aún no ha nevado.

Pues muy bien, gracias por compartir estas fotos del pueblo.

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Este año el invierno ha sido duro, pero no como los de antes. Recuerdo uno a mediados de siglo en el los ganaderos tuvieron que traer las ovejas a las casas del pueblo por la larga nevada. Hasta los lobos pasaban tanto hambre que sacaron algunas ovejas de casa del tío Andrés, por debajo de las puertas que dan a los campos.

Recuerdo que los lobos venían a las eras de Abajo a comer una yegua que se le murió a Pasico, no sé si era otro invierno o el mismo.
También recuerdo el frío ayudando a misa y cómo se frotaba las manos D. Eugenio Vega, ya retirado, al tiempo que decía: "Nos va a matar este febrerico el corto."
Y cómo se me quedaban las manos al tocar a posa por la tía Justa y la tía Concepción.

¿que es "tocar a posa"?

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Tocar a posa se decía del toque de difuntos. Los hechos que se relatan del fallecimiento de la tía Justa ya hace años porque yo era una niña y ya tengo 66 años.

... esos hechos, sobre el fallecimiento de la tía Justa, seguro que resultan muy interesantes para los que no tenemos ni idea de lo entonces acontecido, de modo que para que no se pierda en el tiempo, ¿tendrias inconveniente en compartirlos aquí con todos?, siempre por supuesto con el respeto que ello requiera..., gracias y sino, también.

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EL LENGUAJE DE LAS CAMPANAS
Las campanas se ocupaban de anunciar el lento y monótono anuncio de la misa cada mañana: el sencillo toque del Ángelus invitando a orar: el volteo alegre de los domingos: el repique y volteo de las fiestas acompañando a la procesión por las calles recién barridas: el toque a rebato, ahora intempestiva pidiendo ayuda desesperadamente por un incendio u otra grave amenaza: el inconfundible doblar tocando a posa –din… don…din…don……-alternando la grande y la pequeña, primero lentamente, y luego cada vez más acelerado, hasta conjuntar los dos sonidos, el grave y el agudo, para terminar con un estallido aterrador de tristeza y pena, o el breve volteo nervioso poniendo a las campanas bocabajo cuando la tormenta “traía ruido” y el pedrisco amenazaba la cosecha, con este gesto desesperado, y casi supersticioso se creía que las campanas servían también para ahuyentar las tormentas, y la cosa tenía fundamento: de hecho en el rito de consagración se las atribuía esta virtud, no siempre efectiva cuando se la ponía a prueba en todos los ornamentos relacionados con la iglesia, solo las campanas y el cáliz eran los dos únicos vasos que litúrgicamente eran consagrados, los demás eran bendecidos.

El sonido de las campanas marcando el rumbo de la vida hasta la sepultura.

Gracias a la persona que recuerda tan poéticamente el sonido de las campanas en las que constaba incluso su fecha de fundición. Yo recuerdo cuando hubo que refundir una de ellas porque debía tener una fisura. Los menores corrimos a ver el hoyo dejado en el suelo al lanzarla.
Los toques eran característicos y algunos se conocían por la hora como el Angelus o mediodía. Lo malo era cuando se tocaban a destiempo como hicimos de chavales alguna vez tocando antes de la hora porque teníamos ganas de tocar y tampoco teníamos reloj y nos llevamos unos cintazos.
Una vez unos chavales mayores (hoy tienen 86 años) tocaron a posa sin haber muerto nadie y ante el alboroto de la gente, al verse acorralados dijeron que había muerto Crescencio Caballero, conocido como Carrás, el cual estaba vivo y murió ya muy mayor.

No hubo ningún suceso digno de mención.Justa Pacho murió de muerte natural en su casa como era lo normal.Entonces no se vivía tanto tiempo, a pesar de que la vida era más sana, porque apenas se iba al hospital. Uno enfermaba, le trataba el médico de la plaza y se podía morir sin ver al especialista.
Los sucesos raros eran los casos en que alguno moría en el campo o en un camino y luego se señalizaba el lugar con cruces de piedras amontonadas. Así estaba la cruz del tío Lucio o la del tío Pedro o la de la tía Cirila, etc.

Ya que se mencionan las cruces de los caminos, a ver si alguien cita otras que que no recuerdo y os voy a contar una anécdota que desdice de la solidaridad que había antes en los pueblos relacionada con la cruz del tío Pedro.
La noche en que murió el tío Pedro viniendo de Sahagún, creo, pasaron por el camino unos vecinos de Santamar antes de amanecer y le vieron ya muerto pero no se detuvieron a avisar a las autoridades por no perder tiempo, ya que iban a la feria de Gradefes.
Se dedujo porque porque al pasar junto a la casa del tío Abrahan llamaron a su ventana preguntando por él y al decirles que estaba en la cama siguieron su camino sin mencionar el caso. Se supuso que pensaron que el fallecido podía ser el tío Abrahán al ser de baja estatura.

Había otra cruz en la Atalaya, yendo por el camino de León a la derecha, yo nunca supe de quien era, pero la cruz allí estuvo hasta que se concentró el campo. Las otras tres ya sabía de ellas, pero, ésta, no.