Villalquite - Leon

Chaves el perro gris y la navarra nunca me llegaron a morder, pero alguan carrera por culpa de ellos si tuve que echar, incluso una vez casi paso de vueltas los piñones de la bici intentando escapar de esos dos, que mira que eran malos.
Rayo era un perro blanco que había en el pueblo y su dueño era un señor del barrio de abajo que tenía muchos perros, sobre todo de caza. Este rayo un día se peleo con otro perro del pueblo y apareció con la cabeza y el lomo lleno de sangre, pero no de él, sino del otro, lo que pasa es que al ser blanco, pues cantaba mucho.