Villalquite - Leon

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El Mundo se ha convertido en el abogado de oficio de los criminales del 11-M. Desde el periódico de Pedro J. se está haciendo lo necesario, rozando lo indecente, para que la confabulación judeo-masónica se convierta en un hecho. Para ello ponen en nómina a un esquizoide responsable directo de los asesinatos a fin de que, a través de sus declaraciones, la conspiranoia tome cuerpo. Se anima a falsificadores de documentos y se les da cancha mediática a sus delitos. No sé si El Mundo se ha situado en todo este tiempo en la linde del delito, pero lo que sí tengo claro es que desde hace ya tiempo ha dicho adiós al periodismo. Después de publicar un documento falso, impreso expresamente para beneficiar sus conspiraciones, no han pedido perdón ni nada que se le parezca. Al revés, Pedro J. y otros continúan con su cataclismo mental que los llevará a la locura.
Pero si grave es lo del periodista, peor es lo de los políticos que se esfuerzan en creer que tienen ante si el motivo de su derrota electoral aún no digerida. Entre los portavoces del engendro tenemos a Zaplana, aquel que vino a forrarse y se forró. Ahora dice que hay que dejar a la justicia investigar para saber si los documentos son falsos y quién los falsificó. El mundo al revés. Este chulangano es el mismo que apoya al expresidente Aznar en sus recientes declaraciones sobre el Islam y el perdón eterno que deben pedirnos. El empleado de Murdoch parece una estatua de LLadró que te regalan por tu boda. La tienes, no puedes devolverla porque quedarías como el cochero, pero no sabes donde meterla, la pongas donde la pongas estorba. Dicen las malas lenguas, que ahora esta examinando la posibilidad de llevar al Tribunal de la Haya a los italianos por ocupar unos cuantos decenios parte de la península ibérica durante el imperio romano. Que lástima.

No obstante quien más pena da es el pobre Mayor Oreja que anda dándose cabezazos por los pasillos del parlamento Europeo implorando a ETA que no lo abandonen, que después de todo lo que él a hecho por ellos dándoles protagonismo, entidad y sentido, ahora van y declaran un alto al fuego permanente que hasta en Europa dan crédito. Pero tengo malas noticias para todos ellos. La conspiración planetaria que contra el PP tramaron los etarras, socialistas, policías y vete tú a saber, se le ha sumado un nuevo socio: la CIA. Publicaba el ABC el pasado jueves “que todas las agencias de Inteligencia de Estados Unidos confirman (…) que la matanza de los trenes fue obra, única y exclusivamente, de una célula islamista que perpetró los atentados como venganza al apoyo de España a la guerra de Irak y a nuestra presencia en Afganistán”. ¿Ahora que?, ni el PP europeo, ni Bush, nadie cree esa retorcida historia del origen intelectual vasco. Nadie, de hecho yo creo que ni Pedro J., ni Losantos, ni Aznar. Nadie. Todo es una excusa infecta por llegar a las elecciones generales con el tema abierto.