Villalfeide - Leon

El Ayuntamiento de Matallana de Torío no había usado nunca escudo ni bandera propios, hasta el año 1.993/1.994




Durante la tramitación del expediente para la aprobación e implantación del Escudo Heráldico de este Ayuntamiento, se solicitó informe al Centro Nacional de Investigaciones de Heráldica y Genealogía Agar que, en lo que nos interesa, informó los siguiente:

“Para su blasonamiento, hemos de basarnos en el pasado histórico de la Villa. Matallana de Torío se halla situada al norte de León, en terreno quebrado formado por varios valles que confluyen en el que atraviesa el río Torío. Sus vecinos se dedican principalmente a las industrias agrícolas, ganaderas y a la minería carbonífera. El actual Ayuntamiento, formado en 1.865, con su segregación del de Vegacervera, agrupa hasta siete antiguos Concejos, pertenecientes: los de Matallana de Vegacervera, Orzonaga, Pardavé, Robles y Palazuelo, Serrilla, la Valcueva y Villalfeide. Este territorio fue poblado desde antiguo, como lo prueban los numerosos restos iberos (castros) y romanos (puentes) que han aparecido en su término. Perteneció desde los tiempos altomedievales al Monasterio Colegiata de San Isidoro de León, de los Canónigos Regulares de San Agustín. La concesión regia la hizo Alfonso VI en el 1103, confirmándola Fernando II, el 21 de junio de 1181. Posteriormente tuvo fuero propio, dado por Alfonso el Sabio en 1258. El lugar de Palazuelo, en cambio, fue señorío de los Cabeza de Vaca y Bazán, de quien lo heredaron los Marqueses de Fuentehoyuelo y de San Vicente del Barco. Tal situación se mantuvo hasta el fin del Régimen Señorial, a los comienzos del siglo XIX.


La toponimia de Matallana de Torío parece referirse, según los eruditos, a dos objetos: Matallana significa un monte regular sin vegetación; mientras que la etimología del río Torío se trae de “iturri-ortza”, o sea “fuente fría”.

En conclusión, son dos principalmente los elementos con que contamos a la hora de blasonar a Matallana de Torío: el abadengo de San Isidoro de León (cuyos símbolos heráldicos son conocidos) y el topónimo (el monte y las aguas). A estos, parece ser, que se añadieron la maza y el martillo, por la tradición minera del Municipio