Villafer - Leon

Nuevo cementerio

La costumbre de hacer los enterramientos en el suelo de la iglesia se mantuvo en Villafer hasta principios del siglo XIX. Llegó un momento en que aquella situación se hacía ya insostenible; era una costumbre insana, además de enormemente incómoda. En 1754, por ejemplo, hubo que abrir 41 tumbas, probablemente con cuatro, cinco o seis fallecimientos en un mismo mes. Era necesario sacar los cementerios del interior de las iglesias.

Por los datos que yo he podido manejar, en Villafer fue en 1806 cuando por primera vez se habilitó un “cementerio provisional” fuera de la iglesia (situado probablemente al otro lado de la calle frente a la entrada de la antigua iglesia). Así se deduce del asiento de una partida de defunción (8 de marzo de 1806) firmada por el entonces cura párroco de Villafer don Diego Martínez Ramos: “Yo el infrascripto párroco de Villafer di sepultura eclesiástica en el cementerio provisional al cadáver de Manuela Fernández, célibe, hija de Juan (Fernández) y Emerenciana Charro, vecina de esta parroquia”. En los dos siguientes asientos se habla también de “cementerio provisional”; a partir del cuarto ya solo se habla de “cementerio”. Ese mismo año, en la partida de defunción del párvulo Manuel Gorgojo Canal (8 de septiembre de 1806), el párroco emplea la expresión “cementerio nuevo”, para indicar el nuevo emplazamiento de los enterramientos.

Es probable que este cementerio, que en un principio se consideró provisional, estuviera vigente hasta la construcción del actual.

Una partida de defunción (1757)

“En tres de febrero de mil setecientos y cincuenta y siete yo Baltasar Pastor, teniente de cura en este lugar de Villafer, asistí a enterrar a Pedro Melgar, vecino de dicho lugar, hizo testamento ante mí, mandó asistiesen a su entierro diez sacerdotes, que se dijesen por su ánima trescientas y dos misas, y treinta misas por el ánima de su madre y que se ofrendase sobre su sepultura año y día con ofrenda sencilla, mandó se hiciese tercero día con los mismos sacerdotes, mandó novenario y que se diese a los pobres carga y media de pan de limosna, fue sepultado en la capilla mayor, sepultura de quince reales”.

Para el maestro de la escuela (178

“En 14 de abril de este año de 1788, yo el infrascripto teniente de cura de este lugar de Villafer, con licencia del señor D. Bartolomé Matías Martínez, párroco del mismo, di sepultura eclesiástica en la parroquial de dicho Villafer, en las de a veinte reales de vellón, a Feliciana Pastor, mujer que fue de Juan Rey, vecino de dicho Villafer, recibió los santos sacramentos de penitencia, comunión y extremaunción, hizo testamento ante Antonio Peláez, secretario del número de la villa de Benavente, en el que dejó algunas posesiones para el maestro de la escuela de dicho Villafer, dejó por su alma seiscientas misas rezadas, dejó por heredero por los días de su vida a dicho su marido y para que conste lo firmo dicho día, mes y año ut supra”.