Villafer - Leon

¡Llegué!, lo intuía por el paisaje, es parte de mi; cambia poco, alguna pincelada. Mi mirada escudriña cada palmo, cada rincón, como si tratara de identificarme, de asegurarme que formo parte de el.
Hay mas quietud que antes, la vida la intuyo mas pausada, aunque con las inquietudes, las propias que nos crea la época que nos a tocado vivir.
Casi todo permanece; el paso del tiempo inexorable se refleja en las cosas también en las personas.
El silencio me hace daño, no estoy acostumbrado; trato de desviar mi atención, con los ojos cerrados juego a adivinar, los sonidos que se producen... la cigüeña con su peculiar sonido al golpear su pico (de pequeños decíamos que estaba machacando el ajo), los tordos con su silbido, es un perro que ladra, canta una abubilla; huele a lumbre, todavía hace frío, hay un sonido que para mi es nuevo: el arrullo de las palomas torcaces, se han instalado entre nosotros..., un tractor me viene a la memoria , como fotogramas el sonido característico del (Land); los niños salen de la escuela, debe de ser al recreo, de nuevo los fotogramas se repiten, tengo tiempo y estoy en el lugar, no me opongo, me dejo llevar...
La gente no tiene prisa, sobre todo la que ya tiene casi todas sus metas cumplidas, solo les queda (esperar).
Los que nos precedieron, también forman parte del pueblo, con su forma de entender la vida, con sus aportaciones las cuales ayudaron a formar pueblo... el pueblo es ellos y ellos son el pueblo, al igual que nosotros, con nuestras aportaciones, que seguro pervivirán, de como se recuerden, depende del acierto con que se hagan con la intensidad que se tenga; eso hará que el pueblo siga existiendo, ¡¡nosotros también, campechanos, con identidad propia...
Llaman a la puerta disculpenme.

Me agrada leer estas, historias; podemos escribir mas?
Gracias y un saludo.