Vegacervera - Leon

La verdad es que yo no soy de vegacervera, pero aun asi la llevo muy dentro de mi

Alli pase los mejores años de mi vida, y cada vez que lo recuerdo me entra la nostalgia.....Aquellas dianas, aquellos baños en las frias aguas del torio....

La verdad es que no me he ido muy lejos de alli,y aunque paro mucho por alli, aquello ya no es lo que yo vivi, a cambiado mucho.

Ahora veo como las juventudes vivien lo que yo vivi, y me encantaria volver.

No hay otra igual.

Se sea o no se sea, lo importante es la participación. Ser de un pueblo o de otro es tan aleatorio. Será que yo tengo muchos y por eso no me preocupa. Eso no es lo importante. Hay otras que lo son mucho más.

Las cosas no se hacen solas, sólo nosotros les vamos dando configuración. Es bonito ver cómo viertes en tu escrito tus sentimientos y sinceridades.
Claro que no es lo mismo el pasado que el presente. Los pueblos, a pesar de su pobre vida o evolución, van cambiando poco a poco su semblante. Nosotros también. Esas dos evoluciones es lo que hace que nos sintamos así, por un lado atraídos al recuerdo y por otra parte un tanto lejanos en el momento presente, porque no responde ya al espejo sobre el cual se reflejaron nuestros más tiernos sentimientos.

Me consta que hay gente en el hermoso pueblo de Vega, sólo que tal vez no están, no estemos acostumbrados a los nuevos medios y, por ello mismo, no sabemos disfrutar de las posibilidades tan hermosas que tenemos delante de nosotros.

No hace falta estar en un pueblo físicamente para poderlo sentir o compartir. Ni siquiera en verano sale el calor de entre las piedras si antes el sol no se lo regaló. Sí sale del calor del vecino la mejor de las amistades al contrastar, entre unos y otros, nuestra mejor disposición y nuestro más sincero afán de compartir todo lo que se tiene. Que siempre pueda mantenerse en pie aquello de “hoy por ti y mañana por mí”. En los pueblos aún nos podemos expresar así. Eso no nos lo ha dado la ciudad y es en el pueblo y al pueblo donde volvemos para sentirlo una y otra vez. Es al pueblo a donde volvemos para poderlo encontrar.

Que encuentres y sientas, en tu Vega del recuerdo, las mejores sensaciones que jamás hayas podido sentir o soñar. Es un deseo de

El Dormilón que nunca duerme.