Valduvieco - Leon

Recuerdos de infancia, 65. Febrero 2014
Miedos y temores infantiles
Miedos y temores de los niños de Valduvieco en los años 50. Teníamos, creo yo, casi los mismos miedos que todos los niños de la época.
Recuedo que teníamos miedo:
1. Miedo al sacamantecas que iba de pueblo en pueblo sacando la manteca a los niños… -leyenda popular- .
2. Miedo al hombre del saco que nos llevaba para siempre… -leyenda popular-.
3. Miedo a los pobres que venían por el pueblo pidiendo limosna. Recuerdo al “pobre los botes”. Traía botes para echar el cocido, el tocino, el pan, lo que le diesen. Si la broma no fuese hiriente diría que fue el precursor de los “taper”. Recuerdo a Andresón, pobre que venía todos los años a podar las viñas de Argimiro. Hombre grande, de manos enormes y ojos tristes. Recuerdo a Modesta…
4. Miedo al “maquis”. Que se escondían en el monte, que bajaban por la noche al pueblo a pedir comida… Estaba reciente el secuestro y muerte del joven ingeniero Arriola (1945), promotor de la presa del Condado. Y la ejecución de sus secuestradores (1947). Yo en el año 50, tenía tres años.
5. Miedo a las culebras de las huertas. Un domingo por la tarde prendimos fuego los chicos en la huerta de Santiago en la Lámpara y salieron bufando 7 culebras de un tronco viejo, a mi me parecieron 70. Silvaban y corrian enzarzadas entre si…
6. Miedo a la soledad y a la oscuridad. Poco. Menos a la oscuridad que a la soledad de quedarte sólo con tus vacas en la huerta.
7. Miedo a las pegas que “graznaban” cerca del pueblo. Decían que anunciaban muerte. Luego en las huertas cogíamos sus nidos tan campantes.
8. Miedo a subir y bajar La Calabaza junto al cementerio. Para colmo enfrente había una cueva que decían que había zorros (que nunca había visto nadie, pero el miedo es libre…).
9. Miedo al “miagar” de los gatos en celo en las noches de invierno, por los corredores. Los oíamos desde la habitación y sonaban…
10. Miedo a los lobos. Decían que en los inviernos muy duros, de muchas nevadas, venían hasta el pueblo, que saltaban las tapias y se llevaban los perros de los corrales para comérselos.
Temores: Como todos los niños temíamos que se murieran nuestros padres, que desaparecieran, que viniera el fin del mundo, -muy de moda entonces- sobre todo cuando desde el Palomar veíamos auroras boreales, estrellas fugaces, que es verdad, parecia que se caía el cielo hacia Valdealiso. El firmamento desaparecía por encima de la casa del tío Pablo. Que yo lo he visto. Miles y miles de estrellas huyendo…
Otro día os cuento más cosas de miedo. Hoy ya vale no sea que alguno no duerma…
Pero eran miedos a ratos: cuando ibas solo al monte, a llevar la comida a tu padre a las tierras, a cuidar las vacas…
Pero esos miedos no nos quitaban de jugar a la maya, a tres navíos en el mar, de ser libres.
Saludos a todos los mondillos.
A.A.F.