Nueva carta a cristina. Estimada Cristina: Como verás y verán todos los foreros, hace ya mucho tiempo que no escribo nada aquí, y es que al no ser del pueblo, no debería importarme tanto lo que pasa en el por que pienso que no es mi problema, pero la verdad es que me importa y me duele que no se haga nada por remediarlo, o por lo menos no se intente desde la corporación e incluso por parte de los vecinos que son los que al final están pagando los platos rotos. A mi corto entender estáis cometiendo una injusticia con el pueblo, que en su día depositó su confianza en vosotros. Cuando he leído en la crónica lo de la readmisión de tu marido, lo primero que se me ha venido a la cabeza es que “esta chica la ha vuelto a cagar” con perdón de la expresión. Un proverbio o un refrán, no sé bien lo que es, dice: “la mujer del Cesar no solo tiene que ser honrada, sino además tiene que parecerlo”. Y es que lo que ha pasado, porque aunque sea legal, no deja de llamar la atención. En su momento, dos trabajadores de los que fueron despedidos llevan el caso a los tribunales. Al parecer, en uno de los casos se da la razón al ayuntamiento con lo que el trabajador recurre la sentencia, y en el otro caso se da la razón al trabajador, con lo que el ayuntamiento recurre también la sentencia. Entre tanto cambia el equipo de gobierno y se da la casualidad que las dos sentencias, tanto la recurrida por el trabajador, como la recurrida por el ayuntamiento, salen a favor de los trabajadores. No me mal interpretes, no quiero decir que haya nada raro en esto, pero a que lo parece. Pues eso es lo que quiero decir con lo de “la mujer del Cesar”. Mi consejo, aunque tarde, es que si el ayuntamiento tuvo la oportunidad de elegir entre indemnización o readmisión, y ya que los salarios hasta la sentencia tenía que pagarlos de todas formas, es que debería haber optado por la indemnización, ya que esta de una forma u otra se paga, pero ahí se termina la relación laboral y por consiguiente el gasto; mientras que de esta manera, cuando al final no quede más remedio que despedir, porque es imposible mantener tanta plantilla, la indemnización va a tener que ser mucho mayor. Cristina, eres la capitana de un barco, eso sí heredado, que no deja de hacer agua, y que en lugar de repararlo, se le hacen cada vez más agujeros. Pienso que solo, ya que los milagros no existen, hay una forma de intentar arreglarlo, y es dejar que se hunda para quitar el lastre que sobra bajo el agua ya que ahí pesa menos. Un lastre lo quitasteis en las elecciones, pero el más pesado sigue en el barco y es el que deberías quitar bajo el agua. No creo que haga falta que explique cuál es ese lastre ya que “a buen entendedor, pocas palabras le hacen falta. Piénsalo bien, las cosas no se arreglan solo con descubrir los agujeros que hicieron los anteriores y por los que creo sinceramente que deberían pagar, ahora hay que tratar de tapar esos agujeros y por supuesto no hacer más. UN SALUDO DE UN AMIGO DE VERDAD. |