LO SUPE desde siempre: los inviernos regresan a morir con los lagartos. Y es que a veces se escriben mariposas al pie de los cristales y hay un temblor azul por las naranjas y un crepúsculo dulce por los labios. Lo cierto es que amanece todavía, que me siguen creciendo las palabras, que todos los abismos me interrogan al sur de los disfraces.
Lo supe desde siempre: las gaviotas regresan a morir sobre su playa.