Sotillos de Sabero - Leon

LA TRAMA CIVIL DE ETA.
Daniel Portero
Documentos ArcoPress
09/02/2011 - ETA
Sortu gestionaría más de 300 millones si gana en sus feudos
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LA RAZON. 8 Febrero 11 - Bilbao - C. S. Macías / I. Moneo

Utilizando como base los presupuestos municipales de 2009, a medio camino entre 2007 y 2011 ésta es la cuantía que hubieran gestionado hace cuatro años y que extrapolándola a los comicios de mayo tendrían en sus manos la izquierda abertzale. En 2007 y tras conseguir filtrar sus listas legales bajo la candidatura de Acción Nacionalista Vasca (ANV), logró imponerse como la fuerza más votada en 33 municipios vascos y nueve navarros lo que le permitió gestionar un total de 250 millones de euros. Además de eso, el voto nulo se impuso al resto de candidaturas en hasta 13 ayuntamientos vascos. Ante la imposibilidad de que algunas listas de ANV pasaran el filtro del Constitucional, los abertzales pidieron el voto nulo a su electorado. De hecho, trataron de boicotear la toma de posesión de varios ayuntamientos como el de Ondarroa, Litzarza, Zaldibia, Ibarra o Astigarra, reclamando esos votos como suyos. Si entonces las papeletas no hubieran sido impugnadas y suponiendo que todos los votos nulos pertenecieran a los radicales, estos habrían gestionado también esos consistorios y 67.943.001 euros más.

En las municipales de 1999, los últimos comicios municipales antes de que Batasuna fuese declarada proscrita y que tuvieron lugar en plena tregua de ETA, una vez firmado el Pacto de Estella entre nacionalistas, Euskal Herritarrok (EH), la marca elegida para la ocasión, consiguió alzarse con la mayoría en 43 ayuntamientos vascos y once navarros. De producirse esta misma situación en las próximas municipales, y si se repitiera los mismos resultados, el nuevo partido abertzale, según la misma base de los presupuestos de 2009, gestionaría más de 327.243.272 euros.

Mapa político
Si este escenario se repitiera y la nueva formación Sortu lograra entrar en las instituciones, sería la tercera fuerza política vasca. Así se desprende de los resultados electorales de la anterior convocatoria municipal de mayo de 2007. Y es que los datos revelan que en los comicios de 2007 la suma del voto nulo, que ascendió a 89.686 papeletas (cuando lo habitual es que ronde a lo sumo las 10.000) y de ANV, que obtuvo 73.456 apoyos, supone un 15,7 por ciento del total de los sufragios, lo que coloca a la izquierda radical como tercera fuerza del País Vasco, por delante del PP, que logró el 15,46 por ciento del conjunto de votos, y por detrás del PSE, que consiguió el 24,37 por ciento del total, y del siempre hegemónico PNV, que se hizo con el 31,14 por ciento.

En los comicios precedentes, en mayo de 2003, Batasuna acababa de ser ilegalizada y la forma en la que decidió medir sus apoyos fue nuevamente a través del voto nulo, que alcanzó la insólita cifra de 126.760 papeletas, lo que supuso el 10 por ciento de los sufragios. La izquierda abertzale quedaría con estos datos como cuarta fuerza, por detrás del Partido Popular (18,7 por ciento).

En 1999 la EH se erigió en la segunda fuerza vasca al lograr 228.147 votos, el 19,63 por ciento del total, por delante del PSE (18,8 por ciento). Una posición que no le ha sido ajena en anteriores contiendas electorales, como en las municipales de junio de 1987, en las que Herri Batasuna (HB), con los GAL operativos y la firma del Pacto de Ajuria Enea, obtuvo 205.680 papeletas (19 por ciento del total).


Presentación muda en Madrid y defensa de ETA en Bruselas
Los estatutos del nuevo partido que la formación abertzale presentó el lunes bajo el nombre de Sortu serán registrados hoy en el Ministerio del Interior, en Madrid. Está previsto que sea una presentación muda. Donde sí han hablado los impulsores del proyecto es en Bruselas. El Parlamento Europeo ha sido un punto importante en el camino previo que llevó a Batasuna al lavado de cara presentado esta semana. Por eso, ha querido que también sea un escenario clave en el lanzamiento de su nueva marca política. Invitado por el eurodiputado corso François Alfonsi, el alcalde de Elorrio, Niko Moreno, miembro de la izquierda abertzale, buscó el aval de los eurodiputados y de la prensa internacional para reforzar el nuevo partido antes de la presentación de los estatutos. Moreno no se salió ni un punto de la línea marcada el lunes por los líderes abertzales. Con las primeras reacciones de analistas y fuerzas políticas esperando una condena de la violencia del pasado violento de ETA, además de un rechazo de los atentados que pueda cometer en el futuro, Moreno dijo que «la autocrítica que tenga que hacer la izquierda abertzale ya la ha hecho» y añadió que «no entendemos que se nos venga pidiendo críticas o autocríticas retrospectivas». Ante la insistencia de los periodistas sobre una posible condena de las cuatro décadas de violencia si fuera necesario para inscribirse, el alcalde dijo que «es mucho adelantar hablar ya de cambios».

Las tres patas del gato.

¿Legalización? Ahora sí

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaraba en su sentencia de 30 de junio de 2009 la legitimidad de la disolución de Batasuna por su relación con ETA y la amenaza que eso suponía para la democracia española. Pero el Tribunal de Estrasburgo también decía que es obligación de los Estados garantizar que en las elecciones concurran "una pluralidad de partidos políticos representando las diferentes posturas de opinión existentes en la población del país" y que las restricciones a la actividad de un partido han de interpretarse restrictivamente. Pues bien, conocidas las intervenciones de Etxeberría e Iruin en el Euskalduna de Bilbao parece muy difícil jurídicamente rechazar la inscripción del nuevo partido allí anunciado, si no es con una interpretación muy restrictiva de la Ley de Partidos.

Aunque no utiliza la palabra condena, la izquierda 'abertzale' rectifica y rechaza la violencia
El intento anterior en 2007 (el partido ASB) de los sucesores de la ilegalizada Batasuna fracasó, ya que el TS entendió que "no consta gesto alguno que pudiera valorarse como signo de alejamiento o de reconsideración de su pertenencia a aquella o de renuncia a sus fines y estrategias". Ahora, cuatro años y 11 asesinatos después, la denominada izquierda abertzale ha rectificado claramente y busca desesperadamente entrar en el juego político que permite el ordenamiento constitucional español. Para ello, viene realizando en los últimos meses declaraciones, comunicados, entrevistas, que han culminado con el acto del lunes pasado. Hay que recordar en este sentido que el citado auto del TS de 2007 aceptaba expresamente la creación de un nuevo partido político, incluso por los integrantes de uno disuelto judicialmente, "que objetivamente no constituya un mero instrumento de continuación o sucesión del disuelto".

En el acto del Euskalduna puede decirse que se realiza una declaración de ruptura total con la actuación política que se había desarrollado hasta fechas relativamente recientes. Iruin afirma la voluntad de la izquierda abertzale de contribuir a "la definitiva y total desaparición de cualquier clase de violencia y terrorismo, en particular, la de la organización ETA" y anuncia el rechazo de la violencia "cualquiera que sea su origen y naturaleza; rechazo que, abiertamente y sin ambages, incluye a la organización ETA, en cuanto sujeto activo de conductas que vulneran derechos y libertades fundamentales de las personas". Esta declaración unida a otras anteriores ponen de manifiesto la ausencia actual de colaboración con el terrorismo de ETA, que fue la causa fundamental de la ilegalización de Batasuna. En este sentido es determinante la anunciada sanción de expulsión para el futuro afiliado que realice "alguna de las conductas previstas en el artículo 9 de la Ley Orgánica 6/2002, de Partidos Políticos".

¿Constituye lo anterior el contraindicio (frente a la colaboración con el terrorismo) del que hablaban el TS y el TC en sus resoluciones de los últimos años? Entiendo que claramente sí. El TS exigía el compromiso de "rechazar toda connivencia con quienes actúan por medios violentos y, por ello, esencialmente antidemocráticos, y, en consecuencia, de rechazar de forma inequívoca las actividades terroristas en razón de cuya connivencia ha sido ilegalizado el partido disuelto", de forma que sobre las personas que fueron parte de partidos ilegalizados "se precisa con mayor intensidad, para desvanecer toda duda, un rechazo inequívoco de la violencia terrorista que ha motivado la ilegalización". Por su parte, el TC entendía que era necesaria una "condena inequívoca" del terrorismo.

La izquierda abertzale ha decidido rechazar a partir de ahora el terrorismo de ETA en el caso de que este continuara produciéndose. Podría argumentarse que no se utiliza la palabra condena, pero hay que recordar que la Ley de Partidos no incluye ese término. El Tribunal Supremo, por su parte, en 2007 hablaba de "actitud de condena o rechazo del terrorismo", dando a entender la equivalencia de ambas palabras. El Tribunal Constitucional sí ha exigido en diversas ocasiones la necesidad de condenar el terrorismo, pero también es cierto que lo que realmente pedía era una condena concreta del terrorismo, y no una genérica de la violencia, y eso ha quedado claro en las intervenciones de los portavoces de la izquierda abertzale.

Es verdad que no se pide perdón por el enorme sufrimiento causado durante más de 40 años por la actuación conjunta de ETA-HB-Batasuna, pero eso entra dentro de las consideraciones éticas o morales pero no de las jurídicas. Lo fundamental es lo que dicen los estatutos del nuevo partido y los actos y declaraciones de sus dirigentes. No hay nada en la Ley de Partidos ni en la jurisprudencia española o europea que obligue, para legalizar a un partido, a un acto de contrición por el mal causado.

Todo lo anterior será así, claro está, salvo que el Ministerio del Interior sea capaz de demostrar con informes policiales contrastados que lo que hemos conocido estos últimos días es una farsa y que la izquierda abertzale sigue desarrollando la misma actividad de complemento político del terrorismo que venían realizando Batasuna y sus sucedáneos.

y coautor de La ilegalización de partidos en las democracias occidentales.


Eduardo Vírgala Foruria es catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad del País Vasco