Santa María del Páramo - Leon

Y yo...... ¿a qué edad me jubilo?

No hablo de mí, que ya sé que me tocará a los 67, y , si sigo tan motivada como ahora, intentaré no dejar de trabajar nunca ( eso sí, para aviso de familiares y navegantes, prometo bajar el ritmo), que me da vidilla. La edad de la jubilación no ha ocupado ni una millonésima parte de mis neuronas. No hablo de mí. Hablo de lo que han debido de pensar tantas de nuestras mujeres, muchas de nuestras abuelas, de nuestras madres, que teóricamente no trabajan, porque no lo hacen fuera de casa y ni lo han dejado ni lo dejaran hasta que se marchen lejos, definitivamente lejos... Hablo de esos casi seis millones de féminas mayores de 60 años que hacen que nuestro país envejezca, pero seguramente con la población mayor más joven que hayamos tenido nunca. Hablo de esa mayoría silenciosa, muy mayoría si se tiene en cuenta que de entre los que han superado los 65 en España, sólo el 42,4% son varones.
Pienso en lo que habrá pensado mi madre, y tantas otras que llevan toda la vida dale que te pego, cuidando de todos y de todo, que saben que no es que no vayan a jubilarse, sino que no podrán hacerlo, salvo que la necesidad lo ordene, por que si lo hicieran quién cuidaría del resto de las personas y de las cosas que se han acostumbrado a sus mimos y a sus manos?. La realidad es que pienso en ellas, y en su probable futuro, y me cruje el estómago. Porque la palabra feminización también les es aplicable, porque sé que hay que hablar de la feminización de la vejez teniendo en cuenta los datos que les atañen. Para empezar, porque todo el sistema social de nuestro país (y en general) se instituyó en un momento en que los hombres eran proveedores y las mujeres cuidadoras. La situación ha cambiado, la sociedad también, pero la mayoría de las normas sociales siguen siendo las mismas. Por eso, por ejemplo, las viudas siguen cobrando menos pensión que los viudos (578 euros frente a los 943 de los varones..... y no es que sus lentejas cuesten menos), y eso que ellas son las que tienen más riesgo de enviudar, si nos atenemos a las estadísticas, según las cuales entre las mujeres mayores hay un 44% de viudas, frente a un 13% de viudos. Son ellas quienes tienen más riesgo de vivir solas (el 34% de las mayores de 80 años, frente a un 15% de hombres). Lo bueno es que, aunque entren en la edad de la jubilación, siempre tienen una profesión. Cuidadoras!!!. De nietos (más del 75% de las mayores de 65 años los cuidan o han cuidado), que a veces les crean el sindrome de la abuela esclava, pero también de otros....mayores, de los padres, los maridos, los hermanos,.... son las eternas cuidadoras sin cuidados!!.
Dicho todo esto, de cariz melancólico, queda la otra parte, la positiva, la que reúne a tantas y tantas mujeres que una vez que pasan de esa etapa cuidadora, o incluso haciéndola compatible, llegan a la sesentena y buscan su "segunda oportunidad". No es que las otras no vivan, pero las que reaccionan estudian, practican deporte, retoman su vida, convirtiendo en realidades de sueños atrasados..., en una especie de tercera juventud. Qué la vivan!!!!!...... que se lo merecen..

Nota...
Este artículo que leí el domingo me gustó mucho y por eso lo he puesto aquí...... como un HOMENAJE A LAS MUJERES QUE JAMAS SE JUBILAN.
El artículo está escrito por la periodista Charo Izquierdo. Directora de la revista YO DONA.

Besotes sin excepción!!


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