San Miguel de Escalada - Leon

El término arte mozárabe nace con Manuel Gómez Moreno en 1919, con su famoso libro Iglesias Mozárabes . Desde entonces, y aunque ha tenido numerosos detractores, esta denominación se ha generalizado para caracterizar el arte de la España cristiana entre finales del siglo IX y comienzos del XI, es decir, desde la finalización del arte oficial de la monarquía asturiana a la irrupción del románico.

Para Gómez Moreno y muchos autores que han seguido sus criterios, este arte es desarrollado por mozárabes de Andalucía basándose en el éxodo que muchos de ellos protagonizaron en aquellos años. En efecto, la convivencia que marcó la relación entre cristianos y musulmanes durante el primer siglo y medio de ocupación fue deteriorándose a partir de la mitad del siglo IX. Como consecuencia de ello, comenzó un éxodo de gentes cristianas desde Andalucía y Toledo al norte de España.

Para Gómez Moreno, los mozárabes trajeron un arte más o menos influido por las iglesias visigodas que dejaron atrás y sobre todo por el arte califal del poder islámico.
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«Atribuir al mozárabe todo el arte del siglo XI es hipertrofiar la realidad»

El catedrático de la Universidad de León, Manuel Valdés, es el director del simposio científico que, patrocinado por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, se celebrará en la ciudad entre el 29 de noviembre y el uno de diciembre. El congreso, que versa acerca de la influencia de Al-Andalus en Castilla y León, tratará de echar abajo viejos mitos históricos y reunirá en León a expertos de todo el mundo.

-¿Somos todos mozárabes?

-No, no lo creo. Esa afirmación es un proceso sujeto a revisión. No hay unanimidad en la comunidad científica, y esa será una de las cuestiones que se debatirá en el simposio. Una cosa está clara: no podemos traspasar a criterios culturales las relaciones de aquellas personas que vivieron en territorios fronterizos. La situación de los mozárabes define una realidad muy concreta: son los cristianos sujetos al Emirato de Córdoba, a los que se permitió, con restricciones, continuar con su culto, y que estaban sujetos a la tributación. Sin embargo, y si bien muchos de ellos se trasladaron al norte en el año 1000, en los últimos años nos hemos dado cuenta de que no fue el movimiento de gente que pensábamos. Atribuir al mozárabe todo el arte de aquella época en los reinos cristianos es hipertrofiar.

-León es, sin embargo, una de las provincias con mayor número de edificios mozárabes.

-Si, tanto el Bierzo como León destacan por la cantidad y cualidad de su patrimonio mozárabe. Pero no son sólo los inmuebles, como Sahagún o San Miguel de Escalada, sino el patrimonio inmaterial, la cultura libraira, el conjunto de Beatos que protagonizan en sí mismos uno de los fenómenos más importantes de la cultura del siglo XI

-¿A qué se debe este esplendor artístico?

-Al hecho de que León era una urbe regia de importancia capital. Recuerde que con Ramiro II el Grande comenzó un proceso de protección de las artes de vital importancia. Las obras artísticas del año 1000 nacen por impulso real, porque el Reino de León es hegemónico, la única alternativa a Andalucía.

-¿Cuáles fueron las consecuencias de la relación entre el Cristianismo y el islam?

-Produjo importantísimos procesos culturales, influencias en la lengua, en la agricultura, en la gastronomía... hubo un gran mestizaje cultural. Hubo reyes cristianos intensamente arabizados, como por ejemplo Enrique IV, cuyos borceguíes eran sarracenos. Lo que ocurrió es que había sectores que veían con peligro la intoxicación.

-Y ¿puede decirse lo mismo en relación al arte mudejar?

-Desde luego. Hay monarcas castellanos, como Alfonso VIII o Fernando III que utilizan elementos artísticos del islam en las obras que patrocinaron, por jemplo la Capilla de la Asunción. El mestizaje existe desde el primer momento.

-¿Este mestizaje se dio en sentido inverso?

-Esta posibilidad también se estudiará en el simposio. Cynthia Robinson, de la Universidad de Ithaca, en Nueva York, será la encargada de afrontar esta cuestión y nos aportará la perspectiva del islam. Lo que ocurre es que estamos hablando de una época en la que el confort y el lujo estaban en el sur, en el territorio del islam, y eran las clases poderosas las que importaban los gustos árabes, puesto que el hombre de la calle no era poseedor de elementos culturales. Los que vivían con limitaciones éramos nosotros. No obstante, es cierto que en el siglo XIII, durante la toma de Sevila, los cristianos comenzaron a levantar edificios góticos.

-¿Cuándo comenzó a paralizarse esta relación cultural?

-Fue en el siglo XIII, época que puede calificarse como de intolerancia debido al miedo a la contaminación religiosa. Sin embargo, seguimos viendo a reyes, como Enrique IV, que viste a la mora. La capilla funeraria de Sahagún, por poner un ejemplo, tiene un regusto hispanomusulmán.

-¿También se revisará el término mudejar?

-También. Por mudejar hay que entender a la persona que se mueve como pez en el agua en ambas culturas, principalmente porque domina ambas lenguas. Personalmente, propondré que se revise este término aplicado a las iglesias de ladrillo de Castilla y León. Considero que se trata de iglesias románicas o góticas, pero en ningún caso estamos hablando de arte mudéjar. Es el caso de Lugareja de Olmedo.

-¿Esta relación se dio fuera de España?

-En algunas zonas de Portugal y en Sicilia, de un modo similar al hispano pero con consecuencias diferentes. El profesor José Custodio Vieira da Silva expondrá sus últimas investigaciones sobre este tema.
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Diario de León, 28.11.2006