Foro- Ciudad.com

San Miguel de Escalada - Leon

Poblacion:
España > Leon > San Miguel de Escalada (Gradefes)
01-07-06 11:47 #242809
Por:A.Escalada

Episodio Décimo-cuarto: PINOCHO
Érase una vez Pinocho quien, tras mucho pensarlo, convocó una rueda de prensa en la que declaró:
- "He decidido dejar de mentir: confieso públicamnte que, al hacerlo, no se alarga la nariz".

...
...
Puntos:
02-07-06 11:09 #242928 -> 242809
Por:A.Escalada

RE: Episodio Décimo-cuarto: PINOCHO
Comentario sobre Pinocho:
...
Pinocho de Carlo Collodi es quizás uno de los libros infantiles más famosos del mundo. En 1880 apareció por primera vez, y tres años después se publicó en forma de libro; desde entonces, todas las madres regañan a sus hijos por sus primeras mentiras de la misma manera: "¡Vea, su nariz está creciendo!".
...

Puntos:
02-07-06 11:26 #242932 -> 242928
Por:A.Escalada

RE: RE: Episodio Décimo-cuarto: PINOCHO
CAPITULO I
De cómo el carpintero maese Cereza encontró un trozo de madera que lloraba y reía como un niño.



--Pues, señor, éste era...

--¡Un rey! --dirán en seguida mis pequeños lectores.

--Pues no, muchachos nada de eso.

Este era un pedazo de madera.

Pero no un pedazo de madera de lujo, sino sencillamente un leño de esos con que en el invierno se encienden las estufas y chimeneas para calentar las habitaciones.

Pues, señor, es el caso que, Dios sabe cómo, el leño de mi cuento fue a parar cierto día al taller de un viejo carpintero, cuyo nombre era maese Antonio, pero al cual llamaba todo el mundo maese Cereza, porque la punta de su nariz, siempre colorada y reluciente, parecía una cereza madura. Cuando maese Cereza vio aquel leño, se puso más contento que unas Pascuas. Tanto, que comenzó a frotarse las manos, mientras decía para su capote:

--¡Hombre! ¡llegas a tiempo! ¡Voy a hacer de ti la pata de una mesa!

Dicho y hecho; cogió el hacha para comenzar a quitarle la corteza y desbastarlo. Pero cuando iba a dar el primer hachazo, se quedó con el brazo levantado en el aire, porque oyó una vocecita muy fina, muy fina, que decía con acento suplicante:

--¡No! ¡No me des tan fuerte!

¡Figuraos cómo se quedaría el bueno de maese Cereza!

Sus ojos asustados recorrieron la estancia para ver de dónde podía salir aquella vocecita, y no vio a nadie. Miró debajo del banco, y nadie; miró dentro de un armario que siempre estaba cerrado, y nadie; en el cesto de las astillas y de las virutas, y nadie; abrió la puerta del taller, salió a lacalle, y nadie tampoco. ¿Qué era aquéllo?

--Ya comprendo --dijo entonces sonriendo y rascándose la peluca--. Está visto que esa vocecita ha sido una ilusión mía. ¡Reanudemos la tarea!

Y tomando de nuevo el hacha, pegó un formidable hachazo en el leño

--¡Ay! ¡Me has hecho daño! --dijo quejándose la misma vocecita.

Esta vez se quedó maese Cereza como si fuera de piedra, con los ojos espantados, la boca abierta y la lengua fuera, colgando hasta la barba como uno de esos mascarones tan feos y tan graciosos por cuya boca sale el cañno de una fuente.

Se quedó hasta sin voz. Cuando pudo hablar, comenzó a decir temblando de miedo y balbuceando:

--Pero, ¿de dónde sale esa vocecita que ha dicho ¡ay!? ¡Si acjuí no hay un alma! ¿Será que este leño habrá aprendido a llorar y a quejarse como un niño? ¡Yo no puedo creerlo... Este leño... Aquí está: es un leño de chimenea como todos los leños de chimenea: bueno para echarlo al fuego y guisar un puchero de habichuelas! ¡Zambomba! ¿Se habrá escondido alguien dentro de él? ¡Ah! Pues si alguno se ha escondido dentro, peor para él. Ahora le voy a arreglar yo.

Y diciendo esto agarró el pobre leño con las dos manos, y empezó a golpearlo sin piedad contra las paredes del taller.

Después se puso a escuchar si se queja alguna vocecita. Esperó dos minuto y nada; cinco minutos, y nada: diez minntos, y nada.

--Ya comprendo --dijo entonces tratando de sonreir y arreglándose la peluca--. Está visto que esa vocecita que ha dicho ¡ay! ha sido una ilusión mia ¡Reanudemos la tarea!

Y como tenía tanto miedo, se puso a canturrear paca cobrar ánimos

Entre tanto dejó el hacha y tomó el cepillo para cepillar y pulir el leño. Pero cuando lo estaba cepillando por un lado y por otro, oyó la misma vocecita que le decía riendo:

--¡Pero hombre! ¡Que me estás haciendo unas cosquillas terribles!

Esta vez maese Cereza se desmayó del susto. Cuando volvió a abrir los ojos, se encontró sentado en el suelo.

¡Qué cara. de bobo se le había puesto! La punta de la nariz ya no estaba colorada; del susto se le había puesto azul.

.................
Puntos:

Tema (Autor) Ultimo Mensaje Resp
Episodio Décimo-sexto:EL MÉDICO Por: A.Escalada 08-10-06 11:06
A.Escalada
0
"Undécimo episodio (un décimo más uno) SIN TIEMPO Por: A.Escalada 25-06-06 22:34
A.Escalada
5
Décimo episodio: EL HEREDERO Por: A.Escalada 15-06-06 19:26
A.Escalada
0
Episodio cuarto: Saber explicarse Por: A.Escalada 30-05-06 13:01
A.Escalada
1
Simulador Plusvalia Municipal - Impuesto de Circulacion (IVTM) - Calculo Valor Venal
Foro-Ciudad.com - Ultima actualizacion:07/08/2020
Clausulas de responsabilidad y condiciones de uso de Foro-Ciudad.com