Aunque no participe mucho, me gusta saber de San Felix y de todos vosotros. Debo reconocer que voy a echar de menos a todos aquellos que han decidido, como yo hice hace tiempo, mantenerse al margen de todo este ir y venir de mensajes que ya no tenían sentido.
Sigo pensando que es una pena perder el contacto -aunque yo también responda a los privados-, y no poder comentar ni comunicar cosas útiles para algunos, curiosas, para otros, pero abiertamente para todos.
Mientras veo caer el telón del foro me pregunto si habremos aprendido algo acerca de qué es lo que no se debe hacer, qué es lo que hay que evitar y cómo podría haberse superado, y en qué momento, ese mal rollo que empezó a surgir.
Confío en que pronto se olviden esos mensajes y todo vaya volviendo a la normalidad y, mientras tanto, sólo os deseo paz y amor (como si estuviéramos en Navidad)
Un abrazo muy fuerte a todos mis amigos y conocidos.